Con 18 años, estar en el banquillo partido si y partido no, te destroza moralmente y baja tu ánimo considerablemente. Pero este 'niño' ha demostrado que sabe esperar las oportunidades, y como hizo ante el Barcelona, no se arruga. Bien por Abel, aun que bajo mi punto de vista, este no era el partido adecuado para que jugara, no porque no tenga el nivel necesario, sino por la inactividad oficial que acomulaba a la espalda.
Esperemos que como bien se dice, Abel le de continuidad y le deje demostrar su amor a los colores y su garra.
Animo Camacho, no te desanimes, y aprovecha las oportunidades.
Abel ya está pensando en el siguiente partido, y en salir a ganar, porque ese si, és clave.