Podredumbre total. Descomposición absoluta. El pútrido palco ha inundado todo lo que le rodea, en un kilómetro a la redonda.
El equipo es ya una pura entelequia. En cuanto tiene enfrente un rival decoroso y que, sabiendo a quién se enfrenta, sale a por el partido, desaparece.
Contribuye a ello notablemente el estratega de turno, como no podía ser menos. Mira que montar un centro del campo como este... ¿Qué ve en Jurado? ¿Puede tan siquiera concebir que este tipito lleve la manija de un equipo de primera división? Flanqueado por dos ex jugadores, como son ya Maxi y Simao, han compuesto una oda a la incompetencia.
El Kun nos ha hecho el retrato que era de esperar. Sin él, nada somos, y cuando se vaya, la que nos espera. Su lucha, sus jugadas imposibles, su saber recibir y aguntar los melonazos, para que de vez en cuando pueda componerse algo similar a una jugada, es lo único que queda, junto a la brega y el saber hacer (eso sí, salpicado de muchas inncesaria faltas) de Assunçao. El resto, salvo algunos detalles de Reyes, miseria a borbotones.Más que malos, que lo son en muchos casos, sobrepasados, angustiados. Efecto palco puro y duro.
No puedo dejar de mencionar a nuestros evanescentes defensores. El hace poco renovado Valera, es un absoluto desatino: su posición, un coladero, como se ha visto en los dos goles, y encima lo poco que sabe hacer (jugar ofensivamente), ya ni lo intenta. Totalmente superado. Y si digo esto de él, ¿qué decir de ese simulacro de futbolista colombiano? Mejor nada. Pero, anda que el ilustre veterano ex bético, qué manera de lucirse en los dos goles, en especial el primero, eso sí, bien acompañado del portero, al que ya directamente no soporto. Leninista puro: un paso adelante, dos pasos para atrás, y ¡zas! Los necios, y digo bien: los necios, los que no ven porque no saben ni quieren ver, se quedarán con las paradas del primer tiempo. Allá ellos con su necedad.
Para rematar, luego vienen los mariachis de la incomunicación con la regadera de los orines que han recogido en el palco, por si sólo nos hemos quedado en la arcada. Lo del tal Alcalá es peor que nauseabundo. Si un día alguien pierde la paciencia y le parte la cara, que cuente con mi solidaridad para sufragar las costas del juicio. Del jeta de Brunete, cuyo tono de anoche, a lo verdulera del Mercado de la Cebada cabreada por una multa del inspector de abastos, fue sencillamente patético, no quiero decir nada más.
Voy a terminarme la botellita de Ribera del Duero (crianza) que compré para celebrar los éxitos que prometía Cerezo. ¡Cago en su pm, ya se me ha avinagrao!