Agüero, 2; Aleti, 2.
Exagero, sin duda, pero la cosa anduvo por ahí.
Empezamos bien. Ordenados, buenos movimientos colectivos y, en consecuencia, buen fútbol. Encima, el rival demostrando que es un equipillo. Todo habría estado encarrilado, tras el 0-1, si ... no fuéramos lo que somos. De repente, el desorden. Reyes se empecina en una jugada individual e ignora una salida fácil con Ujfalusi que estaba subiendo por su banda. Nos pillan a la contra, entrando por nuestra izquierda, por donde no está López -que ignora un principio tan básico como que nunca suben a la vez los dos laterales-. Domínguez sale a cerrar, y lo hace mal, concediendo mucha distancia y facilitando un centro fácil al rival. Resto de defensores, desorganizados y balón al segundo palo, donde, en ausencia del checo, Perea ejerce de Perea: pierde la referencia del rival y demuestra, además, que es muy malo en el juego aéreo. Empate increíble.
No obstante, como el contrario era lo que era, el Aleti siguió controlando el partido. Fruto de ello, el 1-2, en una de las mejores jugadas de la temporada -puede que la mejor, incluso-, finalizada a lo grande por Agüero. Pues entonces, con todo controlado, aunque con un exceso de ese insulso tiqui-taca que tanto encandila en este país, falta tonta y zas. Error múltiple a nuestro uso y costumbre: mal puesta la barrera, excesivamente retrasada la última línea (lo que deja al portero sin posibilidad de reacción) y lío posicional absoluto, con especial protagonismo de Ujfalusi -qué mal definde los balones parados- y, cómo no, de Perea. Así que vuelta a empezar.
Segundo tiempo con el sufrimiento que cabía esperar tras lo ocurrido en el primero. Si no es por De Gea, a estas horas estaríamos lamiéndonos las heridas autoinfligidas.
Lamentable el cambio de Agüero. Todavía estoy esperando un cambio de Flores que modifique a nuestro favor la dinámica de un partido.
Terrible Perea. El bombero pirómano. Por cierto, todos los balones aéreos que ha despejado en la segunda parte, todos, de frente, atacando el balón. Los peligrosos de verdad, no despeja uno. ¿Y sus entregas y despejes? Para llorar. Es nuestro mayor enemigo.
No han estado tampoco muy entonados Domínguez y Assunçao. El primero, con algunos errores de bulto, como el ya comentado, o el de aquel remate en contra que salió rozando la escuadra izquierda de De Gea en un córner. Disculpables por ser joven y estar acompañado de quien está. Con respecto al luso-brasileño, ha fallado todos los pases posibles, convirtiéndose en una fuente constante de peligros en la segunda parte.
Y no puedo dejar de mencionar el buen partido de Raül García. Me alegro por él y por el Aleti, que no debería dejar que se malograra un jugador al que yo he visto fútbol del de verdad. Cosa que sigo sin ver, por cierto, en Jurado: ni un pase, ni una jugada individual y, pese a que se ha esforzado en el trabajo defensivo, es tan liviano, débil y miedica, que su voluntad es como si no existiese.
Con este balance defensivo, vamos jodidos ante equipos de nivel medio-alto -incluyendo al Sevilla para la final de Copa.