DANIELSAN: Pereira: ... aun a pesar de no tener desde hace tiempo capacidad para jugar al mas alto nivel.
Eso es MENTIRA. Está claro que no está como cuando se fue al Liverpool, pero jugando de titular en este equipo creo que llega a 15 goles en liga. Lástima que no haya jugado de titular nada más que la segunda vuelta el año que se fue Jackson, en la que metió 7 u 8 goles en liga. Además, Fernando, sería titular ahora mismo en 15 equipos de primera. Y es mejor jugador que Gameiro, dormido. Por otro lado, a mí me parece que Fernando se ha ganado en el campo jugar muchos más minutos de los que ha
jugado en estos 3 años y medio y que Cholo no ha sido justo con él.
Totalmente de acuerdo, aunque matizaría lo de la injusticia. Quizá diría que no ha sido ecuánime, en ocasiones parece que se le pedía a Torres más que a otros para ganarse el puesto, tal vez por su condición de mito para el aficionado.
Quizá las tiranteces han sido tan problemáticas por provenir del dichoso entorno del único jugador con un estatus ante la afición cercano al de Simeone, referente moral y sentimental. Para mi es ese papel tan destacado el que lleva a descartar su continuidad: no es porque aporta poco, es porque entiende Simeone que lo que aporta no compensa el riesgo de fractura en el bloque equipo-afición si se enconase el estúpido debate torristas-cholistas (estúpido en tanto que nadie obliga a convertir esas posiciones tan sumamente compatibles en trincheras). Si Gameiro no juega, o se enfada, o su representante arma gresca, a nadie se le mueve un pelo, por lo que como suplente es más fácil de gestionar. Recuerdo esas declaraciones del Cholo donde decía que Torres recibe una ovación tras fallar... No creo que eso no le gustase por celos, como algún malintencionado apuntaba, sino porque supone un elemento disruptor, un desequilibrio en la plantilla, que dificulta su labor técnica. Entiendo y respeto que el responsable de gestionarlo prefiera evitar problemas y decida en función de lo que considera mejor para el bloque.
Por otra parte, esa cuestión del ascendente de los jugadores sobre el público y sus compañeros no es la primera vez que se produce, ni la última. La mayor longevidad de los deportistas (en todas las diciplinas, véase el tenis o el ciclismo como ejemplos palmarios) va a generar cada vez más situaciones en las que las leyendas mantienen una capacidad para brillar hasta edades avanzadas. Salvo lesiones que limiten físicamente, muchos van a tener un declive muy sutil, poco evidente y difícil de asumir por esa misma tenue definición. Difícil encontrar soluciones que contenten a todos.