1. Hoy por hoy, hay mucha, muchísima distancia entre el Barça y el Atleti y anoche nos dieron un baño. Que le echamos coraje, sí, pero nada más; de fútbol, poquito, poquito. No me parece justo decir que perdimos por el árbitro. Está claro que estuvo desastroso y que cualquiera de sus evidentes errores pudo desnivelar la balanza, pero cuando la superioridad del contrario es tan clara, a mí por lo menos no me valen excusas. Si no es por De Gea (soberbio) nos meten 5 ó 6. ¿Cuántas ocasiones creamos nosotros? ¿Cuántas jugadas trenzamos?
2. Se demuestra, una vez más, la escasez y descompensación de la plantilla. Que en la jornada 3 haya que hacer encajes de bolillos para sacar un lateral izquierdo o un delantero o un interior derecho... demuestra bien a las claras que tenemos un buen once titular y unos buenos 2 ó 3 recambios para determinados puestos; pero para otros, suplir las bajas de ciertos jugadores obliga a poner jugadores fuera de su sitio natural o, mucho peor, a cambiar de esquema. En el partido de ayer, ¿quién hubiera sido el recambio de Reyes en caso de, pongamos, lesión? ¿Y el de Forlán? ¿Y el de Domínguez o Perea o Ujfalusi? Impepinablemente hubiera que haber movido a varios jugadores de su sitio para paliar cualquiera de esas situaciones y/o a cambiar el dibujo táctico. Para colmo, la ausencia del Kun se nota una barbaridad; un equipo que aspire a algo no puede tener tanta dependencia de un solo jugador. Encima, verle sentado en el banquillo tras ser cambiado, con una bolsa de hielo en la rodilla, me puso los pelos de punta. Yo no hubiera arriesgado lo más mínimo y le hubiera dado unos días más de descanso y recuperación, precisamente por esa Kundependencia que padecemos. Mejor arriesgarse a perder 3 puntos, aunque sean los del Barça, que a perder al Kun por varios partidos.
3. Miro y remiro el vídeo de la entrada a Messi y, lo siento, no veo que la misma sea merecedora de roja. Para mí, Ujfalusi no viene desde atrás, sino desde el lateral, entra fuerte y llega tarde: amarilla. No veo más. Si hubo o no intención de ir a por el tobillo del contrario, sólo el checo lo sabe. Desde luego, a mí las tomas de televisión no me lo aclaran. Tampoco me parece que hubiera provocación previa del argentino; simplemente sabe que queda poco tiempo, que el Atleti está achuchando y buscando el empate, así que sortea a Perea y al propio Ujfalusi para irse a buscar la línea de banda. Él hace lo que tiene que hacer y nuestro jugador, lo propio, intentar recuperar el balón o cortar la jugada como sea. Lo demás es mala suerte, un lance del fútbol. De verdad, intento ser objetivo y no veo la entrada salvaje de la que tanto se habla. Desde luego, lo que sí me parece una salvajada es la campaña mediática que ya ha empezado contra el checo. No me gusta que ningún jugador caiga lesionado; los de mi equipo menos que nadie, pero los otros tampoco. La entrada de Ujfa me parece fuerte, dura, viril, pero dentro de lo que es el fútbol. Se sanciona y punto. Es más, si me apuras y el árbitro, que está más cerca, interpreta que la entrada ha sido intencionada, acepto la roja como animal de compañía. Ahora bien, de ahí a tener que leer y escuchar las palabras "criminal", "salvaje", "carnicero" y otras lindezas media un abismo. Como siempre, se escandalizan los de siempre y se intenta proteger a los de siempre. ¡Hipócritas! Y no, conmigo para eso que no cuenten. Ujfa tiene mi apoyo por dos motivos: primero, porque es de los míos; segundo, porque la entrada no me parece nada del otro mundo.
4. Lo que no me ha gustado, y lo digo claramente, son los pitos e insultos a Messi cuando se iba en camilla. Cuando se lo hicieron al Kun en San Mamés, les puse a parir. Ahora hemos hecho nosotros lo mismo. Lo siento, no hay excusas, para mí es, cuando menos, una falta de estilo. Puedo justificar una dura entrada e incluso pedir desde mi asiento que tumben como sea al rival que se va solo hacia nuestra portería. Pero una vez que éste besa el suelo, y más aún, que lo retiran en camilla, no entiendo por qué hay que cebarse en él, abuchearle, insultarle, meterle el dedo en el ojo... Bastante tiene con su lesión. Esto es fútbol, sí; un deporte duro y de contacto, sí; de hombres, sí (también de mujeres, pero no de nenazas o nenazos); pero no deja de ser un deporte. Al menos, no del todo. Al menos, para mí lo es y por eso me gusta. El día que considere que esto ha cambiado, dejaré de ver e ir al fútbol. Seguiré deseando que gane mi Atleti, eso nadie me lo va a cambiar, pero limitándome a ver los resultados en los periódicos del lunes. Soy del Atleti y me gusta el fútbol. Y lo dicho, no me gusta que abucheen a un jugador que llora impotente su desgracia en una camilla. El que ha sido deportista y ha estado lesionado sabe lo que es eso. Yo lo sé.
5. Y finalmente, creo que no hay que volverse locos con la derrota de anoche, simplemente volver a poner los pies en el suelo. Hoy el Barça está a años luz de nosotros. Tan lamentable como cierto. Se puede perder contra ellos siempre que sea de una manera digna, anoche fue así, pero los puntos que hay que sacar sí o sí son los de los partidos contra el Valencia, Sevilla, Villarreal... Con esos puntos y no fallando contra los "pequeños" se mete uno en la pomada y, con un poco de suerte, hasta se puede disputar la Liga. Hay que seguir con las ganas de anoche, pero también apostar por jugar más, mucho más, al fútbol. Y, por supuesto, reforzar en invierno los evidentes agujeros que se dejaron en verano. Sí, yo también me río.
"¿Qué hay más bonito que defender tus valores hasta el final, no de ganar de cualquier manera, sino de la manera que tú quieres?" Fernando Torres.
¡ A ú p a A t l e t i !