Se acercan los Reyes Magos y me viene a la memoria las cosas de antes. Este año los Reyes nos van a quitar la bicicleta, esa que teníamos más que usada, la envidia de la peña que veía en ese montón de chatarra un símbolo de otras épocas. Nos hemos pasado el año renegando de nuestra burra, que si ya no corre como antes, que si no se va de nadie, que si está viejuna, de todo, y todo dicho desde el cariño que la tenemos, desde la media sonrisa cómplice del que se queja por jorobar, !y de que es nuestra que coño!. Los Reyes no nos entienden nunca, y creyeron que ya no la queríamos, que nos sobraba y se la van a regalar a un niño pijo turco que la quiere para su colección de vejestorios. Creen que así estaremos contentos, no tienen ni idea.
A cambio nos quieren regalar un jersey de cuello vuelto de lana brasileña, de lo más in, de esos que pican a muerte y que acabará en el fondo del armario, y se están pensando regalarnos un orinal blanco con su escudito y todo, para que no nos quejemos de vicio. Así aprenderemos. Les he visto reirse, se descojonan de nosotros, creen que pueden hacer lo que quieran y nunca van a tener problemas, seguiremos dejándoles cafelitos y turrón al pie del árbol. Junto a nuestros astrosos zapatos y deseando despertar para ver la galería de horrores que es nuestra casa, aquella que era la mejor, la más bonita, y que hoy es la mansión de los adams. Y el cabrón del fétido sigue viajando a buscar figuritas para el Belén, será posible.
Y lo peor no ha llegado aún, este año solo pueden pensar en quedar entre los seis primeros de la liga, para jugar en Europa la próxima temporada. De nuestra Europa League ya nos han largado, en la copa del Rey ni pensar, nos toca el imperio en todas sus versiones, así que ni soñarlo. Y nos queda la liga de los excesos, de los fraudes, de los timos. No se puede ser ni primero ni segundo, por decreto ley, solo se puede ser tercero, y ese puesto es para el que haga las cosas bien, y por ahí nos ganan en Levante. No creo que seamos ni cuartos ni quintos, esos puestos cuestan caro y no tenemos ni para pagar peajes. Así que a morir por ser sextos, te cagas, no hay quien se lo crea, pero los amos del tinglado ya se ocupan de conseguirlo, en cuanto levantemos un poco la cabeza nos dan un leñazo, y si nos emocionamos un poco nos castigan sin postre.
Y las barricadas vacias, y las picas y guillotinas oxidadas. A que estamos esperando? Hasta cuando nos vamos a dejar ningunear?
Mientras en la calle, algunos chavales nos juntamos a jugar con nuestras tablas con ruedines, nuestras chapas rellenas de cera, nuestros chapines de cinzano bien pulidos, haciendo ligas de chapas, tours de force con los guardias del parque, y cambiando cromos desgastados de nuestros viejos álbumes. Con nuestros equipos aficionados, nuestras ligas en campos de tierra, y con nuestro Rugby en vena. Aquí os esperamos, no os vamos a engañar, no vamos a haceros ricos ni famosos, ni siquiera vamos a quitaros el cabreo, pero seguro que una sonrisa y un rato de orgullo desmedido si podéis conseguir.
No se si conseguiremos hacerles daño, pero molestar molestamos, ayudanos a seguir creciendo...