Yo este gesto se lo agradeceré siempre. Era uno de nosotros dejando nuestro sello en la pocilga, simbolizando con un gesto lo que todos sentíamos. Hay gestos, símbolos, iconos, que marcan para siempre la historia y cambian las cosas, éste es uno de ellos. Puede llegar un jugador a un equipo y besarse 100 veces el escudo, golpeándose el pecho y mirando al graderío, pero eso son mascaradas, teatrillos, piezas sueltas de lo es hoy en día el espectáculo del fútbol moderno. Algo como lo que hizo Koke sale del corazón, sale de muy adentro, no se puede fingir, no se puede hacer si no se siente, si no has nacido con ello. Sólo lo puede hacer Koke, o Gabi, o alguien como ellos, sólo lo puede hacer uno de los nuestros. Y él hizo eso, y mucho más. Él es enseño a todos nuestro sentimiento de una manera mágica, poética, casi mística, con una liturgia, un mimo, un esmero, un cariño, difícilmente describible. Todo en él era respeto, amor, pertenencia, sentimiento. Algo que pensaba que era imposible que se pudiera expresar con palabras, y aún creo que es imposible hacerlo, él supo escenificarlo, pintarlo, recrearlo y lo hizo donde lo hizo y de la única manera que podía hacerse. Gracias Koke, gracias.
Quesada siempre presente!!!