¡Todo el mundo en silencio!
Muchas gracias.
Escuchemos ahora la rabia del entrenador: "El Getafe no nos puede hacer un contragolpe con empate a dos por no interpretar bien el partido. Y es lo que me da rabia, que jugadores con experiencia como tenemos no sepan interpretarlo".
Sin solución de continuidad, atendamos a la noble expresión de su tristeza, a la altura de su decepción: "Los jugadores tienen que entender que llevan una camiseta de un equipo grande y tienen que morir en el campo. No puede ser que cuando tienes algo, lo dejes escapar."
Lirio entre cardos, virgen entre las putas, ¡nuestro entrenador!