- SEGUNDA DIVISIÓN "LIGA ADELANTE"
Rodri se desvincula del Huesca con decepción y por la pérdida de valores
El ex-jugador, uno de los puntales del
proyecto azulgrana desde que se puso en marcha hace cinco años, envía
una carta de despedida con una gran carga emotiva y crítica
M.A.B. -
19/06/2011
HUESCA.- José Manuel Rodríguez, Rodri, uno de los puntales
del proyecto que inició la S.D. Huesca hace cinco años, envió ayer una
carta a los medios de comunicación en la que confirma el fin de su etapa
en el club azulgrana y los motivos de este adiós. Una despedida con una
gran carga emotiva y crítica en la que lamenta la pérdida de valores y
asegura sentirse decepcionado. Se refiere también a lo que para él han
significado este último lustro vinculado a la entidad azulgrana. El
texto íntegro de la carta es el siguiente: "Aunque entiendo que mi
compromiso con el Club se extiende, como el del resto de compañeros,
hasta el 30 de junio, creo que ya desde hace un tiempo se conoce mi no
continuidad en la SD Huesca, mucha gente se ha manifestado durante estos
días a este respecto y además ya se han producido movimientos
encaminados a la próxima temporada, es por todo esto y sin ánimo de
interferir en la planificación del próximo curso, pero con la intención y
la obligación de aclarar mi situación, que deseo exponer los motivos de
mi salida, que el club ya conoce desde hace tiempo pero que no ha hecho
públicos, instando a que fuera yo quien los manifestara.
No me queda ninguna afinidad, ni personal ni profesional, con algunas de las personas que rigen el día a día el Club.
En los últimos meses me he sentido un extraño en mi propia casa, ni valorado ni tenido en cuenta.
Personas
que un día, hace cinco años, me situaron a su lado a la cabeza de este
proyecto, son las mismas que hoy me hacen sentir que ya no formo parte
de él. No es suficiente con decirlo o quererlo, hay que hacerlo sentir
de verdad.
Durante este tiempo he perseverado en hacerles ver que
hay cosas que podían realizarse mejor con un mínimo de voluntad,
tratando simplemente de modificar o corregir algunos comportamientos y
actitudes así como delimitar puestos y funciones, todo en beneficio de
una mejor organización, una mayor comunicación interna y de una mejor
proyección al exterior. Sin embargo, sólo he recibido silencios de unos y
omisión y promesas incumplidas de otros. Siento que he perdido el
tiempo. Por eso, decido alejarme de lo que no puedo cambiar y porque
trato de ser coherente, entre lo que digo, siento y hago.
Hoy no me encuentro con la ilusión, ni las ganas, ni los apoyos necesarios para afrontar otra nueva temporada.
En
mi estancia en Huesca he intentado sumar y multiplicar en beneficio del
Club, pero uno termina por reblar ante tanta indiferencia.
Durante
estos años trabajé convencido y comprometido, conmigo mismo y con la
entidad, posicionándome bien del lado del club, o en otras ocasiones de
los compañeros, de un patrocinador o de un socio o aficionado.
Quedaron
por el camino relaciones personales y otras muchas cosas, pero así
debió ser porque el Huesca arrancaba, una vez más, y ya se sabe que
cualquier inicio nunca es sencillo. Hubo personas que no lo supieron
valorar ni agradecer, y aun entendiendo sus motivos, no me gustaron sus
formas. El Huesca, por entonces, daba más de lo que recibía a todos los
niveles. Sin embargo, ahora que el club está en una situación
privilegiada creo que está sucediendo todo lo contrario. No hablo de
dinero o de éxitos deportivos porque me hubiera gustado recuperar
aquellos valores del principio que otros no supieron apreciar y que hoy
están en riesgo de caer en olvido.
Llevo toda la vida en el fútbol
y soy consciente de que a la mayoría de los aficionados todos estos
problemas personales o discrepancias internas les importan más bien
poco, porque lo principal es que tu equipo gane, a lo que yo también me
sumo, y cuantas más veces mejor, pero como en mi vida personal no
concibo el fondo sin la forma, o al menos trato de que así sea, me duele
que pudiendo ir juntos de la mano se desprecie a uno de ellos.
La
decepción es grande ya que estaba donde realmente quería estar y
haciendo lo que quería hacer pero momentos así también me hacen ver que
hay un punto en la vida donde te das cuenta de quién te importa, quién
nunca te importó, quién no te importa más y quién siempre te importará,
lo vivido aquí siempre será un parte importante de mí.
Aunque los
últimos meses han sido muy difíciles, pues no solo dejo aquí mi trabajo y
mi pasión, que siempre antepuse a mi familia y que ellos supieron
entender, sino también una parte muy importante de mi vida. Espero ahora
volver a disfrutar como un aficionado más, y como tal le deseo todo lo
mejor a Ángel, mucha suerte míster, y al equipo.
No quiero
despedirme de nadie pues como dije cuando dejé de jugar para la Sociedad
Deportiva Huesca, no me voy a ningún sitio, vivo en la ciudad y aquí
nos vamos a seguir encontrando por sus calles.
Mi intención ha
sido la de explicarme de forma noble y sincera, de la misma manera que
he intentado siempre actuar. Pido disculpas si en algún momento he
podido molestar a alguien.
Por último, un buen amigo me relataba
días atrás una conversación que mantuvo con mi padre al respecto de mi
situación, y me emocionó saber lo que le contestó: "José Manuel será
como sea -todos tenemos nuestras "cosas" y yo tengo bastantes-, pero
nunca te engañará ni te fallará", fidelidad y lealtad, valores que a mí
el deporte, el fútbol, me enseñó desde pequeño. Y me quiero quedar con
eso, porque nadie me conoce mejor que mi familia".
José Manuel Rodríguez
Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada. Y alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra.