Hola. Hacía mucho que no intervenía en el foro, aunque lo he estado siguiendo más o menos. Sólo quería dar mi opinión al respecto de este tema y es que no estoy de acuerdo con que hayan vuelto a ganar, esta es una historia en la que yo creo que pierden todos los implicados de una manera u otra.
La situación económica del club debe de ser dramática. Las Cuentas Anuales, que estuve ayer intentando comprender sin demasiado éxito, no lo cuentan todo, pero por las explicaciones que habéis dado al respecto y los fríos números que se evidencian, sobre todo en deudas, cabe pensar que la desastrosa gestión, la presunta ocultación de datos o su maquillaje contable, están abocando al club sin remedio a una situación concursal a corto plazo. Este debe ser uno de los equipos de España donde existen más recursos y a la vez más se dilapida el dinero o peor se invierte o se gestiona sin criterio. Como en todas las grandes empresas hay asesores financieros que al menos ponen sobre la mesa la proyección de lo que va a ser la empresa, me imagino que el señor Gil Marín habrá visto que está llegando al límite y que es necesario deshacerse del patrimonio que le quede (jugadores hoy por hoy) para continuar con su farsa de gestión, ya que de lo deportivo sólo le interesa los réditos económicos que pueda obtener.
Por eso probablemente él fue el primero que incitó a Agüero a salir, como lo lleva haciendo constantemente con cualquier jugador que tenga un valor en el mercado y sea realizable, por mucho que los periodistas insistan en que rechaza ofertas de uno u otro equipo, no me lo creo ni creeré nunca, no digo que no sean verdad, pero de que algún representante pregunte por la situación de un jugador a que haya una oferta en firme con dinero o letras avaladas que puedas descontar, hay un gran trecho. Sin ningún criterio deportivo, todos están en venta y seamos conscientes de que si continúan aquí, en la práctica totalidad, es porque no llegan ofertas por sus servicios -en la línea comentada- o los jugadores prefieren quedarse, porque no les compense el cambio, bien en lo económico, bien en lo personal.
Creo que en este sentido, el único periodista que ha sabido ilustrar, en este último año por lo menos, esta actitud ha sido Agustín Castellote, al que en el caso del Atlético, y también en muchos otros, ha actuado con la conciencia de ser un informador riguroso, crítico e independiente. De hecho todos los comentarios que he hecho se hubieran deducido de los minutos que ha dedicado a nuestro equipo.
Como el señor Gil Marín hace las cosas porque quiere hacerlas, decide que hay que vender a Agüero y el chico está encantado. Como confía enormemente en el potencial de sus colaboradores de toda índole para justificar sus acciones, le ciega el dinero y la posibilidad bastante cierta de volver a salvar otra temporada en lo económico para seguir percibiendo lo que perciba, que nadie sabrá nunca a cuánto asciende realmente, porque una cosa es lo declarado como "sueldo" y otra el posible negocio subyacente que le reporte la gestión del club, por un medio u otro.
Acostumbrado a manipular cuanto hay en su entorno, no se resiste a dar las vueltas de tuerca que estima convenientes, porque hay mucho dinero en juego, y de repente la operación se le va al traste porque no ha sido capaz de calibrar convenientemente los acontecimientos y entra de lleno en la guerra propuesta, sin reparar en nada, como siempre, y lo único que provoca es el descubrimiento de la personalidad real de Agüero, a quien muchos admiramos en su paso por aquí por su juego, pero claro, eso no lo es ni puede serlo todo, porque somos personas y debemos tener un mínimo de valores que transmitir, sobre todo cuando en el personaje existe una gran relevancia pública, valores tanto en el terreno profesional -en lo deportivo- como en el humano. Y si en algún momento le habríamos supuesto estos a Agüero, ha dejado bien claro y patente que carece de ellos.
Bien, pierde el señor Gil Marín porque no le salió bien la jugada, al menos como él deseaba, por lo que su imagen como dirigente cae un poco más, a pesar de todos los esfuerzos mediáticos por hacer parecer lo contrario, y ese es un desgaste con el que no contaba, pues entre los que somos conscientes de lo que es y representa, tal vez no nos diga mucho, pero entre los que aún justificaban su desastrosa gestión, estoy seguro de que hay un relevante número de atléticos a quienes ya no les hace tanta gracia y a lo mejor empiezan a verlo como lo que es, el peor enemigo del Atlético. Tal vez gane esa continuidad a corto plazo (el futuro cada vez es más negro) para no tener que declarar la quiebra de la Entidad y perder sus privilegios de gobierno, pero cada vez sigue hipotecando un poco más su futuro y se arrincona en el desastre.
Pierde Agüero porque le pusieron el caramelo y se le llenó la boca de saliva, pero no puedo saborearlo, si bien fue gastando esa saliva a base de escupir a quienes le escuchaban atónitos, cual cantante de punk retro en el escenario frente a sus fieles. Su estrategia fue burda y pueril, quería que le odiasen los suyos para que fuera imposible que le readmitieran. Y de paso ganarse a quienes hasta ayer le odiaban, por el simple hecho de desearle y no tenerle y de estar en la acera vecina, a un paso de ellos. Pero pierde, un par de millones de euros más al año no son nada, cuando hablas de varios millones de partida, te harán falta muchas vidas o muchos vicios para poder disfrutar de esos millones extras. Y puede ser que probablemente al final de su carrera se encuentre que sólo tiene un par de títulos internacionales en su curriculum y mira por dónde los consiguió por estos lares ahora despreciables para él. Y a pesar de haber comprobado la catadura moral de este individuo, si no le hubieran invitado a marcharse, todo esto no los habríamos perdido.
Pierde el Atlético, porque en lo deportivo ni de lejos se va a cubrir el potencial que podía darnos este jugador. Pero bueno, esto hasta puede ser ya pecata minuta, viendo el diseño de plantilla que se está elaborando, la poca fiabilidad que aparenta y transmite y la sensación que se percibe de que ya se ha renunciado a un mínimo de proyecto deportivo y la única consigna, como ya he comentado, es sobrevivir para seguir alimentando el ego y los bolsillos de los dirigentes que tenemos que sufrir. Esta sensación la podéis comprobar todos y cada vez es más evidente, van quedando muy poquitos gramos de ilusión en el ambiente.
Pierden los atléticos en general, porque no es que cada vez se sea menos respetuosos con nosotros, sino porque uno ya sólo ve síntomas de desprecio, por parte de todos, de jugadores que eran referentes deportivos, de la insidiosa labor de aniquilación del espíritu de la Entidad por sus dirigentes y responsables, de ese enorme círculo de periodistas deportivos que pueden hacernos de menos sin el más mínimo pudor, casi como algo normal.. Hasta hace muy poco siempre se había sostenido el cuento de que el Atlético era un grande por afición e historia (curioso, nadie hablaba de grande por jugadores ni dirigentes, salvo el iletrado de Manolete y algún que otro payaso más), pero se ha ido perdiendo el discurso y desterrando la palabra grande del vocabulario de la prensa (salvo honrosas excepciones), para pasar a un estado de cierta indiferencia y regocijo extradeportivo y anecdotario y ahora empezar a constatar ya que somos como un trapo usado que sólo sirve para vender páginas de periódicos y minutos de radio y televisión, sin importar que los comentarios puedan herir la sensibilidad del espectador, lo que se traduce en un desprecio sin más.
En fin, no veo que nadie gane demasiado, lo único que veo es que prácticamente todo el mundo pierde.
Disculpad mi extensión, pero como llevaba tanto tiempo sin escribir, me he permitido la licencia.