Yo me alegro por la sección literaria del ardaturanismo, que ahora puede traducir sus libritos al catalán y sacarse unos duros.
En este caso, como en los anteriores, yo lo que veo es a un jugador que por muchas ganas que tenga de irse no son ni la mitad de las que parece tener el club de que se vaya. No sacarle de la liga es hurgar en la herida, pero es que eso, simplemente, les suda la polla. Van a lo suyo, y en lo suyo los colores y el orgullo son cosas accesorias.
Desde el punto de vista del Barça, se la están jugando. Arda seis meses parado, con su objetivo vital ya logrado, se puede presentar allí en enero con noventa kilos. Y este año las rayas de la camiseta del Barça son horizontales, cuidadito.