Bacharach:El atleti no puede jugar a lo mismo con Koke que con Diego
Primera suposición: o Koke o Diego, como si no pudieran jugar juntos, ya sea por falta de Turán o por renunciar a un delantero si alguno no está fino. Y ya digo que en mi opinión a Koke no lo mueve nadie de donde está. Otra cosa es que Koke pueda jugarlo todo sin bajar el ritmo.
Jugamos a lo que jugamos, de acuerdo. Y a lo que jugamos se hace con dos interiores -o como quieras llamarlos- (Koke y Turán) de mucha calidad en la combinación , con sacrificio defensivo, recorrido y capacidad de mover el equipo (y algo de gol). Pues bien, resulta que de este once ideal (en el que estamos de acuerdo, imagino) no tenemos ningún suplente similar a los dos interiores. Porque Adrián puede jugar ahí, sí, pero no juega a los mismo que Koke ni Turán. Y Raúl García, Cebolla o Baptistao, lo mismo. Pueden jugar, pero con ellos jugamos a otra cosa, no a la que mejor se nos da. Una plantilla equilibrada no debe tener dos puestos sin suplente claro, donde el cambio de jugador implica cambio -forzado- de forma de jugar. Si el Cholo quiere poner a Raúl porque prefiere lo que aporta desde la derecha, pues vale. Si lo pone porque no hay otro en quien confíe más, pero se ve obligado a ajustar la forma de jugar, pues es otra cosa, y no tan buena.
Me da que el antidiegusimo no intenta proteger tanto a Koke (este se defiende solo, y muy bien) sino más bien a los Cebolla, Adrián, Raúl García, que son los suplentes habituales de Koke y Turán -intocables para el Cholo-. Pero si son jugadores que hay que encajar con calzador en el esquema, porque hacen cosas diferentes a los titulares, entonces defender que juguemos a lo que nos está haciendo grandes implica traer piezas que puedan hacer lo mismo que hacen los titulares.
Oliver puede servir de ejemplo: el otro día se intentó que "hiciera" de Turán, no que juegue a su aire o como lo hace en la selección. Y a mi, con toda mi ignorancia futbolística, me parece más fácil que Diego haga de Turán o de Koke a que lo hagan cualquiera de los que tenemos disponibles en la plantilla. Defender la forma de jugar no implica enrocarse en las piezas, sino en las funciones de cada cual.
Dicho lo cual no lo ficharán, ya es el nuevo Riquleme.