leivinha: Pues dependerá en mucho de los que se encuentran a la derecha de Cinexín
Pues esto cambiará cuando esta frase no sea cierta. Es decir, en esa zona de influencia que situas el éxito de las protestas hay mucha gente que protesta, es más, te diría que los que más protestan aunque sea por la costumbre adquirida de utilizar la voz, para animar, para protestar, para lo que sea, yo el primero.
Luego hay otros componentes que ahora no vienen al caso y que aquí no vamos a debatir, al menos no conmigo, porque además creo que mi opinión e implicación en el tema es de sobre conocida en este foro.
Pues bien, el día que tu frase no tenga sentido porque no sea necesario que desde ahí haya una influencia especialmente significativa, porque el resto del estadio ya se las basta para reclamar lo que en justicia nos pertenece y pedir que se vayan aquéllos a los que en justicia no les pertenece nada, y además desde esa zona de influencia se perciba que el resto del estadio no sólo sigue, sino que alimenta esas protestas, entonces se hará la presión necesaria que todo el estadio debe hacer.
Pero eso por desgracia no ocurriá porque la actual afición del Aleti, la afición de los Giles, es una afición conformista nacida de la segunda división española, una afición de pandereta, que no quiere preocuparse y que sólo silba para decir, eh, dejar de protestar que no me dejas ver... ¿el qué? ¿el esperpento continuo? lo que sea, pero no me dejas ver.
Por eso, en días como ayer, de frío y de prácticamente nada en juego con un equipo de medio pelo y sin ningún tirón, los pocos que desafían las inclemencias del tiempo, la apatía general y el tedio son lo que protestan, estén en la zona del campo que estén, porque ésos son los pocos que quedan anteriores a esa afición de pandereta en que se ha convertido la afición del Calderón, cansados sí, aburridos sí, pero sin ningún tipo de sentimiento por ese escudo y esa camiseta y con más tragaderas que bocachancla, que ya es decir. Los de ayer si sienten este club de una manera diferente, no son conformistas y están hasta los huevos de los golfos, de los jugadores estrellados y de la afición de pandereta. Pero eso sólo se produce esporádicamente en noches como la de ayer, sin duda alguna mis favoritas en estos tiempos de basura y mediocridad, independientemente de lo que ocurra en el terreno de juego. El resto, los panderetas, en su casa tranquilitos, que hoy (ayer) no era tarde de cine, de paseo por el Retiro y circo. Ayer no fueron las amantes, las zorras y demás esperpentos que pueblan la grada, ayer fueron los que sienten esa camiseta como su segunda piel y cuidarán siempre sus heridas.