Es increíble mirar atrás estos años y el mal trago de Lisboa queda sepultado ante tanta gloria, tanto orgullo y tanto derroche de "coraje y corazón", y saber que no se ha acabado y que la nefasta década pasada es historia, con un poco de tranquilidad hemos vuelto para quedarnos. Es reconfortante ante todos y contra todos. GRACIAS ETERNAS CHOLO, no te vayas nunca. De todos modos, si lo haces, volverás como otro eterno, LUIS ARAGONÉS.
Antes Litiorocks.