Al padre, el finado D. Jesús le daba por llevarselo crudo y no dejar crecer la hierba en el banquillo del entrenador: no duraban nada. El hijo, D Miguel Angel, dijo aquello de vamos a hacer lo contrario, a ver si acertamos. Y mantiene al entrenador, es verdad. Solo en eso y en las formas es distinto. Le pueden los genes y los intereses financieros y el no cambia al entrenador, pero la lia con los jugadores; el no deja crecer la hierba en el vestuario; mercadea y cambia a los jugadores. Ahora, Godin, y es terrible, pero ni es la primera de este estilo, ni será la última. Del Atleti, se han ido llorando bastantes, y le da igual peso, altura y edad. Es la politica de la casa.
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.