La posibilidad de despedir a Simeone gratis si el Atlético no se clasifica en Champions
Javier Gómez Matallanas
Diego
Pablo Simeone está en el disparadero. Por primera vez desde que llegó
al banquillo del Atlético a finales de 2011, se contempla entre los
dirigentes del equipo rojiblanco un escenario sin el entrenador
argentino al frente de su proyecto. Ese escenario se produciría si la
temporada terminase con el Atlético clasificado por debajo del cuarto,
porque en ese supuesto Simeone podría ser destituido sin percibir ni un
euro de indemnización porque así lo dice su contrato, según varias
fuentes de la zona noble del Wanda Metropolitano.
Lo normal, por
presupuesto y por plantilla, es que el Atlético de Simeone acabe entre
los cuatro primeros, pero se han metido en la pelea, además del Sevilla
de Lopetegui, el Getafe de Bordalás, la Real Sociedad de Odegaard y el
Villarreal de Cazorla. El simple hecho de que exista la posibilidad de
quedarse fuera pone en peligro todo el proyecto de un Atlético que ha
conseguido un crecimiento espectacular en la última década, sin dejar de
fichar jugadores a pesar de construir un nuevo estadio.
Sin
duda, uno de los artífices del crecimiento del Atlético ha sido el Cholo
y por ello ha sido claramente recompensado, pasando a ser el entrenador
mejor pagado del mundo, pero esa evolución económica no se ha visto
correspondida con una evolución deportiva que claramente se quería desde
el club por el perfil de futbolistas que han fichado, todos autorizados
por Simeone, que son de un perfil distinto al estilo de juego que
desarrolla el entrenador argentino.
La trayectoria del Cholo ha
sido muy buena, pero esta temporada no está a la altura que había
demostrado. Desde su entorno, se apunta siempre a los jugadores, se
minimiza su categoría y su jerarquía para poner encima al entrenador.
Cuando se gana, es por el Cholo, y cuando se pierde, es por los
jugadores. Esa tendencia se ha agudizado esta campaña, cuando de repente
la política de comunicación del club se ha visto superada por la
política de comunicación personal del entrenador, que ha trasmitido la
idea de que a Simeone le va a mal porque todos fallan menos él. Se ha
loado tanto su figura que el Atlético ya no es el Atlético de Madrid y
se ha convertido en el Atlético de Simeone.
Y esa importancia que
tiene el Cholo de puertas para fuera no es la que tiene de puertas para
dentro, porque cuando llegan las crisis, Simeone demuestra que su
histrionismo no es impostado de cara a la galería, que realmente está
desquiciado y que sus ademanes son incontrolables. La decisión de montar
tres comidas de convivencia en el último mes ha sido del CEO, Miguel
Ángel Gil Marín, que detectó que Simeone no es capaz de unir su
vestuario, que se encuentra dividido en grupúsculos. Gil Marín se ha
arremangado y ha tomado las riendas, porque ve que el Cholo no ejecuta
ninguna decisión para mejorar la situación.
Igual que no es capaz
de unir a sus jugadores, Simeone no es capaz de liderar su cuerpo
técnico. El Profe Ortega está en el disparadero y el club se plantea
prescindir de él la próxima temporada, al considerar sus métodos
obsoletos y que por ello hay tantas lesiones musculares los tres últimos
años, y el Cholo sabe que la continuidad de Ortega es complicada y no
ha dado la cara por él. Igual pasa con el Mono Burgos, cuya continuidad
está en el aire y Simeone elude pronunciarse cuando le preguntan, aunque
sí le alabó como entrenador tras el partido ante el Villarreal, uno de
los mejores del Atlético de la temporada, que dirigió el Mono Burgos por
sanción de Simeone. “Hemos tenido la fortuna de que cada vez que le ha
tocado estar al frente nos ha tocado ganar y es un tipo ganador.
Transmite esa sensación de tranquilidad, todo lo contrario a mí, pero
con esa energía ganadora”, dijo el Cholo tras el partido ante el
Villarreal del Mono, su mano derecha los últimos 10 años, reconociéndole
su importancia como entrenador.
La insistencia con Cavani
El
comportamiento de Simeone con los fichajes tampoco ha gustado nada a
los dirigentes del Atlético. Su insistencia obsesiva en Cavani, cuando
la contratación del uruguayo ponía en riesgo la economía del club, no se
ha entendido, sobre todo cuando había varias opciones que mejoraban la
plantilla sin riesgo financiero, como la de Paco Alcácer, entre otras.
Pero el Cholo se empecinó en el delantero uruguayo de PSG, como lo ha
hecho con tantos futbolistas estos años, a los que han fichado y luego
no les pone o no les da confianza.
Simeone tiene coartada este
miércoles en Anfield porque desde el club le han dejado claro que lo que
importa es estar entre los cuatro primeros en Liga y que seguir en
Champions no es la prioridad. No obstante, ante el Liverpool intentará
superarlo en la vuelta y los propios jugadores querrán demostrar que
tienen más calidad que la que transmite su entrenador de ellos. El
Atlético puede seguir en Champions porque cuenta con futbolistas de
calidad para plantar cara y dejar fuera al actual campeón. Veremos si
Simeone está a la altura de su leyenda para preparar el partido, ya que
este curso está muy debajo de las expectativas y su rendimiento no es
acorde con su supuesta capacidad y salario. Por ello, por primera vez en
ocho años, se contempla un escenario sin Simeone en el Atlético de
Madrid.