A mí casi me gustó más otro incidente durante el partido.
Cristiano se tira al suelo frente al banquillo y reclama al árbitro, y su mirada se cruza con la de Burgos, que le espeta (se ve claramente por televisión) "levantate ***, levantate, levantate pedazo de ***", con una mirada de auténtico odio. Todavía se lo sigue gritando mientras el gitano se levanta y vuelve al juego. El odio es algo malo fuera del terreno de juego, pero dentro, a mí me gusta que mi equipo odie al rival, especialmente si el rival es el trampa$.