Recuerdo hace dos años cuando nos clasificamos en Liverpool. Estaba como loco con la final. Aún era creyente. Hace casi un año, perdí definitivamente la ilusión. Hoy tengo sentimientos contradictorios: por un lado el corazón me hace sentirme muy contento, pero por otro la cabeza me hace recordar que esto solo servirá a la gilmafia, que sacará pecho y lo utilizará como escudo, a sus lacayos de la prensa para defenderles y cubrir una mala temporada (nuevamente), a la afición que seguirá aborregada.....
Lo siento, pero no puedo evitarlo. No estoy contento como debería. Que hijos de *** son, que han hecho que me llegue a sentir así.