Los pelos como escarpias...
Todos los atleticos recordaremos para siempre esta final, cada uno de nosotros tendremos mil recuerdos de los momentos previos, de la misma final y de los posteriores, unos afortunados en el campo, otros desde nuestra casa, emoción, nervios, orgullo... yo me quedo con las lágrimas de felicidad de mi madre, sentada en la cama de su habitación, sola tras el partido, agarrada a su bufanda del Atleti... nada mas grande que este bendito sentimiento...
Pasarán los años, los jugadores, nos haremos viejos y contaremos a nuestros hijos y nietos que tuvimos la inmensa suerte de vivir esta final, les hablaremos del gol de una bestia llamada Diego Costa, del corazón sin limites de Juanfran cuando sacó un balón de la misma línea de gol, de un gigante belga llamado Courtois que realizó en la prórroga la parada más impresionante que jamás han visto mis ojos, del gol de Miranda el cúal trajo consigo alegría sin límite, saltos, abrazos sinceros, y locura rojiblanca... y les hablaremos sobre todo de un señor, llamado Don Diego Pablo Simeone que nos trajo la gloria y el orgullo perdido...
Ser del Atleti es lo más grande, y doy gracias a Dios a diario por haber nacido colchonero.