Voy a exagerar, pero que le parecería a cualquier ser humano con medio cerebro (no hace falta que sea entero) y un mínimo de lógica y moral la siguiente escena:
- Hola señor bancario, vengo a pedir un crédito para pagar los impuestos que he estado evitando pagar los últimos años.
- Ah, muy bien, veo que se ha traido al niño.
- Sí, es mi hijo Pablete, tiene 7 años y va para ingeniero de caminos. Va a ganar un pastón. Se lo traigo como aval.
- Ah, pues muy bien. ¿Lo va a dejar aquí consignado o se lo va a llevar después de empeñarlo?, por decirlo de alguna manera.
- Casi mejor que me lo llevo cuando le pongan los sellos, sino mi esposa se me va a mosquear. Otra cosita... ¿le precintan o me lo puedo llevar tal cual? Es que luego para bañarlo es un problema.
- No, no se preocupe, le pongo una banda del banco pegada a la piel y un par de sellos y listo. Pero ya sabe, si no paga su crédito iremos a por el futuro ingeniero. Mírale que majo, con su gorrica.
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Como lo de Oliver es una opción sobre una venta, podría haber sido mucho más ácido con la historieta, creo que no es difícil imaginar cómo, pero hay ciertas cosas con las que no se puede frívolizar y como ejemplo me quedo ahí, que para el caso...