Doggy: Chinasky: Cave: Ok, os lo compro, es muy listo. Y también un mediocre.
Cierto que el otro es el más peligroso. Mal bicho, interesado y rastrero, como toda la familia.
No se lo compres, tienes razón. Estamos mezclando dos conceptos...
Una cosa es ser un víbora, un zorro, tener inteligencia natural para beneficiarte de los demás, anteponiendo para ello cualquier medio y sin ningún tipo de ética, moral o principios, independientemente del daño que produzcas en terceros, si eso va a servir a tus intereses. Un número 1.
Otra cosa es lo que tú apuntabas, la cultura, la inteligencia para desarrollar, crear o investigar, la lógica, la capacidad de expresión, de razonamiento, de comunicación, el conocimiento puro y la capacidad para entenderlo, desarrollarlo y expresarlo. Un 0 a la izquierda y además llevado con orgullo.
Pero es que no es eso, Chinasky, también tú estás mezclando conceptos. Todo viene porque has dicho que no tiene ni idea de fútbol porque es tonto y la cuestión es otra muy distinta. Da igual que sepa o no sepa de fútbol, que hable como Séneca o como un botarate saliendo de los toros o cuáles sean sus capacidades intelectuales, estamos hablando de cosas diferentes. Cerezo de tonto no tiene nada porque sigue ahí, nada menos que de Presidente del Atlético de Madrid y sigue cumpliendo el plan que diseñó con el *** gordo muerto: saquear el Atleti y, de paso, mover influencias para engordar sus negocios. Desgraciadamente, aquí los tontos somos nosotros. Lo otro es su papel.
No, no te lo compro. Es un mal de esta sociedad, que el poderoso, el rico, el que acumula riqueza es el listo y los demás son tontos (esto sí es cierto, en mi clasismo exagerado si creo que la sociedad está plagada de masas ingentes de memos de solemnidad). A mí en general la riqueza y el poder me la sudan, ni siquiera me producen esa natural envidia tan humana. Tengo lo que tengo, soy lo que soy y lo disfruto sin cortapisas, sin añoranzas. El poderoso, el rico, por muy rico y poderoso que sea no despierta ningún interés en mí, si no tiene nada de lo otro. El Guindo y compadre sólo me interesan en la parte que afecta a una de las cosas que más mi importa en la vida, por lo demás me parecen basura, no les envidio y sólo me producen indiferencia y asco. Y sí, por muy listos e indeseables que sean con los negocios me parecen memos de solemnidad, ignorantes, amebas, y si fuera capaz de sentirla, me provocarían lástima, pero como sociópata controlado que soy, me provocan ideas próximas al exterminio.