El Atlético tiene un problema en estos tiempos: le crece la
competencia. Siempre ha tenido por delante media docena de clubes
económicamente superiores, con los que le era imposible competir en el
mercado. Ya saben: Madrid, Barça, Manchester United, Milán, Juve,
Bayern... Pero a eso se ha unido la moda de los superjeques y los
superrusos, que ha hecho aparecer nuevos nombres en el fútbol más
adinerado: Manchester City, Chelsea, PSG, Mónaco, Anzhi... Dificultades
añadidas para el Atlético a la hora de moverse en el mercado de caza
mayor, a cuyas piezas aspira.
Por eso se le fue Falcao, por eso se le atascó lo de Negredo. Pero ha
sabido encontrar solución con una operación muy bien medida, la de
Villa, buena para todas las partes. El Barça ya no sabía qué hacer con
el jugador, cuya ficha por otra parte se le disparaba a once millones.
Llegado Neymar, ya no pintaba nada allí. El jugador va a un equipo
bueno, de Champions, y en días felices, con un entrenador serio y
respetado. Y el Atlético adquiere al máximo goleador en la historia de
la Selección, con 31 años, edad en la que aún queda cuerda, y que
llegará con ambición después de dos años oscuros.
Y la operación está bien medida por parte del Atlético: un año, más
otro, más otro. Muy poco dinero de salida, por si la cosa no va, aunque
la impresión general es que sí va a ir. El fichaje ha despertado
entusiasmo entre los atléticos, que ya empezaban a escuchar nombres muy
raros para esa posición. El Barça lo ha vendido muy barato, pero es que
el Barça, como el Madrid, está condenado a comprar caro y vender barato.
Y, en todo caso, se reserva la mitad de un eventual traspaso posterior.
Al Atlético, el ahorro en este puesto le permite pensar en Diego. Una
operación muy bien concebida.
http://opinion.as.com/opinion/2013/07/16/portada/1373925664_349398.html
Villa ya ha superado a Falcao: 20.000 aficionados inundan el césped del Calderón