El problema en general de España y los españoles es que nos creemos el ombligo del mundo, que lo nuestro es lo mejor, y esto, a veces, no es así. Si a mi me dices que Tokio va a organizar una olimpiada e intento visualizar que van a hacer, visualizo una Olimpiada del Siglo XXI de verdad, tecnológicamente futurista, organizativamente perfecta y en la que no va a haber ningún tipo de fallo. Japón es un país serio y si mil tíos tiene que morir, literalmente, por terminar algo, pues mueran y ya esta, por el bien de la nación y sus conciudadanos -hay tenemos a los siete trabajadores que entraron a apagar el reactor de la central esa sabiendo que iban a contraer cancer, entraron y la apagaron, por el bien común-, eso es Japón, un país que sufre un Tsunami que causa miles de muertos y sale adelante sin la ayuda de nadie, en resumen un país serio y formal. a eso, le añades que, como dice su presidente, tienen 14.000 mill. de dolares en un banco, uno encima de otro para empezar a gastar ya, y se lo dices unos señores que desayunan moet chandon, tienes mucho ganado. Frente a eso, tienes una candidatura Low Cost, que representa a un país económicamente hundido -no olvidemos que la imagen que se tiene de España fuera es la de un país donde la gente pasa hambre y recoge comida de los contenedores de basura- encabezada por un cuerpo político implicado en multiples escandalos de corrupción -caso gurtel, caso barcenas- que no sabes cuanto tiempo mas resistirán ni si alguno acabará en prisión, en un país en el que la sombra del dopaje sobrevuela de forma permanente -nefasta la respuesta de alejandro blanco a la pregunta que se le formulo sobre el tema, y, en especial, sobre la operación puerto- lo único presentable de la candidatura española era el príncipe y los deportistas, el resto era basura. Como he oído esta mañana, el comité olímpico compite con el mundial, con las eurocopas, con la super bol, etc, por brillar y quiere, cada cuatro años, un espectáculo fastuoso que opaque a todos los demás y eso, señores, lo garantiza Japón, no España. Mientras no entendamos esto, no ganaremos, además, no olvidemos que no hay que convencer al mundo, hay que convencer a 100 señores, donde hay de todo, señores honrados, golfos, vividores, etc. Contaban que en los juegos de Barcelona, Samaranch estaba en su apogeo, controlando bien al COI porque "sabia repartir" muy bien y los tenia a todos contentos, además, Ferrret Salat un mes antes visito a mas de cuarenta votantes en sus países y a la pregunta de si hizo regalos, sonreía y comentaba lo guapas que estaban las azafatas con sus vaporosos vestidos. En fin que esto es lo que hay.