Bueno, pues capítulo cerrado. En una hora o dos, para casa. Un problema de cierta malformación de mi órgano rojiblanco, que me ha producido una fuerte arritmia, fácil de confundir con una angina de pecho. Menos complicado, pues, que lo del padre de Eduguada, a quién deseo que lo lleve lo mejor posible y envío todo mi ánimo. Ah, y lo de "habriendo", una traición del puñetero diccionario/corrector del iPad, Metropolitano. Nunca olvidaré vuestra solidaridad.
Saludos colchoneros