Ufarte, Luis, Gárate, la coletilla que siempre acompañará mis recuerdos de la época que me marcó como atlético.
Luis, el rostro humano que para mí siempre tendrá el Atlético de Madrid.
Luis, Luis, Luis, Luis, Luis, entonado con la musiquilla que todavía oigo en mi subconsciente cuando tenemos un tiro directo en el Calderón.
Jamás olvidaré ese rato en el que gracias a Señales y acompañado de Raúl (Leivinha) tuve la ocasión de pasar un rato con él y contarle, no sin cierta vergüenza por lo que significaba nuestro apoyo, que fue SdH quien presionó para que el Ayuntamiento de Madrid le diera el reconocimiento que merecía.
Agradecido también por haber podido asistir al homenaje en vida que se le dio en el cine Luchana y que fue empujado por la buena gente atlética de por aquí.
Hasta siempre Luis.