Yo llevo un tiempo queriendo decir esto, así que lo voy a decir ahora. He seguido este foro desde tiempos inmemoriales. Sospecho que hay gente que elogia a Simeone no por profundo convencimiento, sino forzada por los hechos. Hace muchos, muchos años, incluso antes de que volviera como jugador en la época Manzano, yo he leído: "Simeone no es atlético de verdad", "gran profesional, pero a mí no me engaña, le he visto besar escudos del Inter o del Lazio", "otro Futre", "uno más de la era Gil, el atleti es otra cosa". Eso yo lo he leído. Lo normal es que quien tiene un convencimiento, a poco que pueda comience a supurarlo. Deliberadamente, o de modo inconsciente. Sólo digo, por lo que pueda venir.
Seamos pacientes. Es difícil desbrozar, en un club como el Atleti. Que los Gil son el cáncer y la condena del club nadie lo duda. Que sus cláusulas y sus fondos de inversión un chiste malo, tampoco. Pero también están los jugadores, que, a veces, quieren ganar más dinero, cosa respetable sí han sido profesionales con nosotros. Con ciertas cifras, el Atleti no puede competir, al menos como está ahora montado el fútbol y más con esta calaña en el palco. Y está el Cholo. Si alguien se cree, con el carácter del personaje y con su proyección, que es la del mejor entrenador del mundo, que tiene alguna necesidad de tragar mierda de estos dos delincuentes de poca monta, es que se equivoca de sujeto. De momento, por cierto, de aquí no ha salido nadie. Me extraña que se haga nada que ofenda a Simeone, y, es más, no descartaría que al propio Cholo, manteniendo un cierto esquema y columna vertebral de compromiso y sentimiento, no le disguste la idea de introducir savia nueva y ambiciosa, en detrimento de savia consolidada y posiblemente acomodada o de savia a disgusto que quiere correr un poquito menos y ganar un poquito más. Y abro paraguas porque este último seguro que levanta alguna ampolla. Por cierto que, si a lo largo del año vemos sus respuestas sobre el tema Costa, Simeone parecía no tener problema en aceptar que este quisiera o tuviera que irse. Sólo digo, también. Y lo que le parezca bien al Cholo me lo parece también a mí.
En fin, el tiempo dirá. Yo me entrego al Cholo, que lo es TODO. Si alguien lo ha dudado alguna vez, no sabe de que ha ido todo esto.