Ronco, agotado y con las ojeras hasta los tobillos, pero con un orgullo que no me cabe en el pecho, la satisfacción de haber vivido una noche histórica y el convencimiento de que no va a ser la única.
El ambiente precioso, el equipo superior. Destacáis a Gabi y hacéis bien. ¡Cuántos detalles se pierden por TV!. Verlo en el campo es darse cuenta de que, posiblemente, sea la pieza clave de este equipo. Con balón, sin el, colocando al equipo, animando a quien se estaba viendo superado por el partido...CAPITÁN, asi, con mayúsculas.
Costa es un animal, 90 minutos dando salida a los balones recuperados, incluso cuando los compañeros no lo veían (se las tuvo tiesas con Arda, o al menos eso parecía...). Y me desmontero a perpetuidad por Raul García. Ayer hizo historia en números, pero también un partido para enmarcar.
El partido se desarrolló donde y cuando quiso el Atlético. Quizá esos 20 minutos de paso atrás dieron oxígeno al Milan, pero en cuanto volvieron a presionar un poco mas arriba, los italianos desaparecieron del mapa.
Esto que estamos viviendo, por fin, se parece a lo que éramos. No quiero despertar de este sueño (aunque hoy sea algo mas que una metáfora...).
Gracias a todos. Gracias Atleti.
PS. Siento mucho no haber podido compartir con ustedes un rato de conversación, pero llegué a Madrid con el tiempo justo y mis acompañantes con cierto retraso. Para cuando nos juntamos, la marea de gente era tal que se hacía imposible cruzar hacia el Mathany y a la salida las prisas eran para hacer viaje de vuelta a Pucela. Quedará la cosa para algún partido posterior.
A lo que yo veo, amigo Sancho, estos no son caballeros, sino gente soez y de mala ralea. Dígolo, porque bien me puedes ayudar a tomar la debida venganza del agravio que delante de nuestros ojos se le ha hecho al Atlético de Madrid. (El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha. Versión libre adaptada).