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Griffa: por el Atleti me volvía loco

Último artículo 20-01-2024 22:35 escrito por milinkito. 20 respuestas.
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  • 31-03-2014 10:47

    Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Griffa, de San Mamés al calabozo y a El Pardo

    Por: Alfredo Relaño | 30 de marzo de 2014

    Jorge Bernardo Griffa fue un central argentino que jugó en el Atlético del 59 al 69 y luego en el Espanyol. Todo un carácter.

    Hoy es un hombre apacible, simpático, gran anfitrión. Le visité en su casa de Buenos Aires no hace mucho, cuando nos dieron el chasco con la candidatura olímpica de Madrid. Viéndole ahora nadie le emparentaría con aquel tremendo defensa, al que el entusiasmo por su causa llevaba con frecuencia demasiado lejos. Para el madridista de la época fue el enemigo público número uno. Pero la peor bronca la tuvo en San Mamés, de donde fue directamente al calabozo. Aquello ocurrió el 3 de marzo de 1963, a ocho jornadas del final de la Liga. El Atlético era segundo, el Madrid se le escapaba. El Atlético había hecho una gran campaña en casa, donde cedió solo un empate, pero fuera había perdido cinco. Griffa estaba harto.

    Aspiraba a ganar la Liga. El Atlético aún tenía que visitar el Bernabéu y eso le daba esperanzas. Griffa conjuró a los suyos: “¡Ya está bien! ¡En Bilbao tenemos que ganar!”. Y no ganaron, empataron a cero, pero el partido fue bravo. El Atlético no era bien recibido esos años en San Mamés. Casi nunca lo ha sido, a pesar de ser hijo del club bilbaíno. Pero aquel día fue peor. Hubo palos y tensión, con Griffa en medio de casi todas las broncas. Cuando Bueno, aquel buen árbitro aragonés, pitó el final del partido, a Griffa le pilló al otro lado del campo. Mientras acudía a la bocana de vestuarios se desató un vendaval de abucheos. Se detuvo en la puerta a saludar a Bueno y el público entendió que lo hacía con retintín. Arreció la bronca.

    Cuando se retiró Bueno, él se quedó encarándose a la grada. Ahí se dividen las versiones. Según se contó en Bilbao, y siguen contando los que lo vieron, desafió al gentío echándose las manos a las partes pudendas. Según él, no pasó de levantarse la parte de arriba de la camiseta, con las dos manos, para hacer ver el escudo. En todo caso, su actitud encrespó aún más al público.

    —¡Me volví loco! Yo era así. ¡Estaba dispuesto a pegarme con los 10.000 de esa grada, uno por uno, me sentía capaz! ¡Qué sé yo lo que me pasó por la cabeza! Por el Atleti, era capaz de cualquier cosa… Al fin, la policía (los grises de la época), le retiró a empujones, no sin esfuerzo. Una vez dentro, le dijeron que quedaba detenido por alteración del orden público. José Villalonga, secretario técnico del Atlético y capitán del Ejército, se enfrentó a los policías. Hubo una larga disputa, en la que intervinieron directivos de ambas partes. La grada seguía llena, con la gente exigiendo que Griffa saliera otra vez. Al fin, Griffa fue detenido. Le metieron en un furgón de la policía que colocó su trasera en la misma puerta central de San Mamés. La multitud siguió enfurecida, en la grada o alrededores del campo, hasta que el insistente mensaje de la megafonía convenció a todos de que había sido trasladado a la comisaría.

    —Allí me encontré con un comisario gallego, lo recuerdo aún por un detalle que luego le contaré. Me dijo: “Hombre, chico, ¡que yo soy del Atleti! ¿Cómo has hecho esto? Los vascos son muy suyos… ¿Qué hago yo contigo ahora?”.

    Me tomaron declaración y me dejaron en el calabozo, con cuatro cinco carteristas. Yo quería pelearme con todos, no me bajaba el calentón, pero estuvieron amables conmigo. El Atlético decidió que el resto del equipo partiera. Con Griffa se quedó un directivo, el Conde de Cheles, con su coche y su chófer. Consiguió que por la noche le dejaran salir, un poco de tapadillo, a ducharse y a dormir en el hotel, con la condición de regresar temprano a la mañana siguiente, para completar las diligencias. Así lo hicieron. —A las once de la mañana habíamos acabado y salimos. Pero yo le dije al chófer que parara en la Avenida un momento. Paró y me bajé a pasear, y miraba a todos los que veía retándolos. ¡Aún me duraba el calentón! El chófer me seguía despacio, el Conde de Cheles me hacía señales de que me subiera en el coche, pero yo no quería.

    ¡Quería pegarme con alguien! ¡Así de loco estaba yo! Todos me miraban extrañados. Después de un cuarto de hora de desafío itinerante subió por fin al coche, que partió hacia Madrid. Comieron en el Landa, en Burgos, llegaron por la tarde, directamente al club, a Barquillo 22, donde estaba entonces. (Lo que sigue no se conocía. Todo lo anterior fue relatado en los diarios de la época. Lo que sigue me lo contó en ese encuentro en Buenos Aires y me chocó muchísimo).

    —Allí me recibieron bien. Pero Fuertes de Villavicencio, un vicepresidente nuestro que era el Jefe de la Casa Civil de Franco, me dijo que al día siguiente teníamos que ir a ver a Franco a El Pardo. Me quedé muy inquieto...

    —¿Y…?

    —Pues que al día siguiente, después del entrenamiento, me recogió en su coche y me llevó a El Pardo. Llegaríamos sobre las doce y media. Pasamos varias salas hasta llegar a un salón muy largo, lleno de tapices. Al fondo había una puerta y junto a ella una mesita con un militar escribiendo a máquina. Villavicencio me dejó ahí:

    —Espera aquí hasta que te avisen. Luego te recogerá un coche. —Yo me quedé ahí, sin atreverme casi ni a respirar. Había unos asientos pegados a la pared. Yo no sabía si estar de pie o sentado. Me sentaba, me levantaba… En eso se abrió la puerta del fondo y salió Franco. Me pilló de pie y eso me alegró. Cruzó el salón hacia mí. Se paró, me miró y me dijo: —¿Así que tú eres Griffa?

    —Sí, Excelencia (Me habían advertido que se le dijera Excelencia).

    —…el que la armó el domingo en Bilbao…

    —Sí, Excelencia, es que no me pude contener… Yo soy de una manera…

    —Mira, muchacho. Los vascos piensan que son más altos, más fuertes, más ricos y más listos que nadie. Pero a mí, que soy gallego y bajito, me hacen caso. Porque sé cómo tratarles. No montes otro lío así. Y ahora, vete en paz.

    Insisto: me extrañó este relato. He tratado a personas que hablaron con Franco y todas coinciden en que siempre escuchaba y rarísima vez arriesgaba un juicio, y menos imprudente. Pero Griffa me aseguró que la escena se produjo como tal y una vez transcrita dio el visto bueno a su publicación. Por eso me he decidido, no sin dudas, a rematar así aquella historia. Por lo demás, tuvo una sanción gubernativa de 10.000 pesetas. Mucha multa para la época. El Atlético le hizo un acto de desagravio, defendiendo que en Bilbao corrió una versión exagerada de los hechos. Incluso mandó una carta al padre a Argentina, para tranquilizarle, porque el asunto trascendió hasta allá. Él hoy lo recuerda con cariño: —Y es que yo era así. Por el Atleti me volvía loco…

    Y tenía que ser verdad. Aún tiene el salón de su buen piso, en La Recoleta, decorado con fotos del Atleti de esos años. Ahí, por esas paredes, se le ve en distintas alineaciones con los Pazos, Madinabeytia, Rodri, Rivilla, Colo, Griffa, Calleja, Ramiro, Glaría, Jayo, Jones, Cardona, Ufarte, Adelardo, Luis, Mendoza, Gárate, Peiró, Collar…

    http://blogs.elpais.com/memorias-blanco-negro/

    "¿Qué hay más bonito que defender tus valores hasta el final, no de ganar de cualquier manera, sino de la manera que tú quieres?" Fernando Torres.

    ¡ A ú p a A t l e t i !
  • 31-03-2014 10:49 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Perdón, estoy escribiendo en un ordenador que no es el mío habitual y no consigo meter los puntos y aparte. Supongo que será cosa del navegador. Cuando tenga acceso a mi ordenador lo modifico.
    "¿Qué hay más bonito que defender tus valores hasta el final, no de ganar de cualquier manera, sino de la manera que tú quieres?" Fernando Torres.

    ¡ A ú p a A t l e t i !
  • 31-03-2014 10:58 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Puedes poner <br/> como sustituto del punto y aparte.


    He knows so much about these things
  • 31-03-2014 12:00 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Griffa es una leyenda de este club, un tipo que estuvo 10 años aquí y se mataba por el Atleti, respeto eterno a este señor.

    Tenemos lo que nos merecemos, por blandos, por tibios y por mierdas, luego menos lloros cuando el Atleti desaparezca.
  • 31-03-2014 17:18 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

     El artículo se puede leer en el blog de Relaño en El País: http://blogs.elpais.com/memorias-blanco-negro/

    Más allá de lo que se cuenta acerca de cómo entendía el dictador lo que era gobernar un país, que me interesa poco, por ya sabido, así como del fácil acceso que el Aleti tenía a él, y del que, afortunadamente, poco beneficio sacamos, como bien cuenta Escudero en el libro del centenario de Miguélez y Matallanas, lo que me ha enamorado aún más de mi ídolo de la infancia es lo que sentía y siente por el Aleti. Basta visitar su web (http://www.jorgegriffa.com.ar/index2.html) para verlo y sentirlo.

    Ese espíritu de Griffa, que luego dieron continuidad los Ovejero, Panadero y compañía en los 70, fue encarnado por Simeone en los 90. Y hoy, este último lo ha conseguido implantar de nuevo a una plantilla que es, en calidad, bastante inferior a las que tuvimos en los 60 y 70, pero cuyo fruto ahí está, para nuestra fortuna y deleite.

    Cierto que los tiempos son otros, y un central como Griffa, y tantos otros de su época, no duraría 15 minutos sobre el campo hoy en día. Siempre me acordaré de aquel "¡mata, Griffa!", que de pequeño oí y aprendí en la grada del Metropolitano. En la actualidad, tal cosa podría acarrear hasta un cierre de campo.

    Tengo pensado viajar a Argentina este invierno. Y una de las visitas que quiero hacer, si puedo, es a Griffa. El día del centenario, pasaron ante mí todos los veteranos, camino del terreno de juego. Saludé a todos los que pude, pero cuando vi a Griffa delante de mí no pude resistir y le metí un buen abrazo, al que respondíó, para mi sopresa, apretando aún más el lazo, sin por supuesto saber quién coño era yo. Lloré como el niño que en aquel momento volví a ser; aquel que lo convirtió en su ídolo para siempre.

     

    Saludos colchoneros
  • 31-03-2014 17:57 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Qué gozada Oze...y qué suerte tuviste.
    "El Atlético no se merece que le estén tratando como le están tratando. No se puede conformar con entrar en Europa, estoy en contra de anuncios como ese de 'Papá, ¿por qué somos del Atleti?'. ¡No! Cuando yo estaba siempre salíamos a competir a por la Liga, la Copa, todo. ¡Vuestros padres no nos permitían otra cosa! Somos el tercer equipo de España, pero nos hemos alejado de nuestra historia. Pero pensad que, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana".
    Luis Aragonés en su Gaudeamus

    Diles que se vayan
    https://fbcdn-sphotos-d-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash4/404125_10151097005874053_1474836781_n.jpg
  • 31-03-2014 20:44 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

      Impresionantes los documentos que aparecen en el especial del Atleti de la web de Jorge Griffa. Que grande es este tío aunque no pudiera verle jugar.

    Durante toda una vida un hombre puede cambiar de gustos, de mujeres, de religión, de ideología política e incluso de sexo, lo que nunca podrá cambiar es su pasión por el Atleti.
  • 31-03-2014 20:59 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    El propio Griffa cuando le preguntaban por su dureza en el juego lo explicaba muy gráficamente:

    "El fin de mi temperamento era tomar la bandera del Atlético y llevarla al punto más alto, esa era mi idea y mi orgullo, llevar al Atlético a lo más alto "

     

    Y cuando a Luis Aragonés le preguntaban por Griffa, solía definir lo que significó para ellos con una frase:

    "Nosotros éramos un buen equipo, pero Griffa nos enseñó a ganar"

     

    ANDANDO SE HACE CAMINO......

    ¡Vamos, que nos vamos!
  • 15-01-2015 11:47 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Archivado en:
  • 16-01-2015 1:20 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    GaN:
    Que grande Griffa, como dijo Aragonés el que nos enseño a ganar, tiene multitud de historias...Me contaba Iglesias, que en el primer entrenamiento cuando fichó por el aleti, le hizo un entradón a Ufarte y este le intimidó y al volver a la linea de defensa con Griffa , este le dijo " ni caso chaval si quieres quedarte, en la próxima le vuelves a voltear....
    En esta SAD que es una agencia de compraventa, los jugadores son una multipropiedad.
  • 01-09-2022 16:46 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    El País Argentina:

    Jorge Griffa: “Al jugador del Atleti que pensaba que podía perder lo transformábamos en ganador absoluto”

    A los 87 años, el argentino rememora desde Buenos Aires sus años de gloria en el Atlético de Madrid y el descubrimiento de figuras como Gabriel Batistuta, Jorge Valdano y Carlos Tevez

    ANDRÉS BURGO
    Buenos Aires - 28 AGO 2022 - 12:15 CEST


    Jorge Griffa posa en el rincón de su casa de Buenos Aires donde atesora sus recuerdos, el 24 de agosto de 2022.

    SILVINA FRYDLEWSKY
    En su departamento de un octavo piso de Recoleta, uno de los barrios más elegantes de Buenos Aires, Jorge Bernardo Griffa montó un museo personal de su vida en el fútbol. Aún en actividad a los 87 años (ocasionalmente viaja a Rosario para darles charlas a los futbolistas que se entrenan en las divisiones inferiores de Newell’s en el predio que lleva su nombre), Griffa habla entre camisetas, fotos, cuadros, premios, libros y banderines que grafican una trayectoria de siete décadas, primero como futbolista y luego como descubridor y formador de jóvenes. En su colección sobresalen los recuerdos de Newell’s, el único club para el que jugó en su país y en el que comenzó su búsqueda de talentos, y del Atlético de Madrid, en el que se convirtió en leyenda. En diez años, entre 1959 y 1969, ganó cinco títulos y formó parte de un equipo que los abuelos atléticos repitieron como mantra a sus descendientes: “Griffa, Rivilla, Calleja”. El argentino tampoco olvida al club al que define como su “gran amor”: para su perfil de whatsapp eligió una foto de su etapa como jugador del Atleti. Al lado escribió “memento mori”, expresión latina que significa “recuerda que morirás”.

    Pregunta. ¿Cómo se hizo futbolista?

    Respuesta. Yo quería jugar al fútbol pero por el hecho de jugar. No tenía ninguna pretensión. Mi viejo me dijo ‘metele para adelante, entretenete y después ves lo que pasa’. Me entretuve mucho tiempo hasta que don Adolfo Cheli, el ‘alemán’ de Newell’s, dijo ‘este pibe es para Newell’s’. Yo tenía 15, 16 años. Debuté en Primera División en 1954. Yo me conformaba con ser jugador de Primera, que era muy difícil en ese tiempo. Ir a Europa era prácticamente imposible.

    P. En esa época había muy pocas ventas de Sudamérica a Europa. Además no jugaba en ningún club grande de Buenos Aires y era defensor. ¿Cómo llegó a España?

    R. Medianamente tenía todo en contra, ¿no? Pero llegué a la selección argentina y fui campeón en el Sudamericano (actual Copa América) que se jugó en Buenos Aires en 1959. Marqué a Pelé y me fue bien. Don Arturo Boghossian, un empresario armenio que trabajaba como intermediario, me dijo ‘Oye, te llevo para Europa’. Pero había tantas dificultades que pensé ‘sigo acá, si ya juego en la selección’. Boghossian insistió y me llevó a Paraguay.

    P. ¿A Paraguay? En su trayectoria nunca se hizo referencia a un paso suyo por ese país.

    R. Es que en el fútbol paraguayo te daban papeles administrativos, de contrabando, que te ayudaban para irte a Europa con respaldo. Eran imposibles de conseguir en Argentina. Pero estuve unos meses en Asunción y no pasó nada. En el hotel donde paraba, de noche, me despertaban algunos ruidos. Una vez vi que eran ratones en mi habitación. Lo que tuvo que pasar uno para llegar a ser algo importante dentro del fútbol. Me tomé un hidroavión de regreso a Argentina y me bajé en Rosario, enfrente del Monumento a la Bandera (sobre el río Paraná). Otra vez me dije ‘me quiere el técnico de la selección, Guillermo Stábile, así que de acá no me muevo’. Pero de pronto y porrazo volvió a aparecer Boghossian: “Tú te vienes conmigo a España, a Barcelona”.

    P. ¿Cómo llegó, entonces, al Atlético de Madrid?

    R. Yo no entendí qué pasaba porque era el negocio del empresario con el club de origen, pero nunca llegamos a Barcelona. Fuimos automáticamente para el lado de Madrid, al Atleti. Me quedé diez años y gané títulos. El Atleti fue mi gran amor. A los jugadores de América nos costaba muchísimo. Sólo había algunos, en la vereda de enfrente, como Alfredo Di Stéfano, Héctor Rial y el uruguayo (José) Santamaría. Uno los reconocía por lo que estaban haciendo. Y dije ‘bueno, ahora me toca a mí’.

    P. Entró a lo campeón: llegó en 1959 y en los dos años siguientes ganó sus dos primeros títulos.

    R. Nos dirigía Pepe Villalonga, que era un gran técnico aunque no era un técnico de fútbol, sino un preparador físico, como solía ser en esa época. Nos impulsaba a dejar todo por el club y creó un ambiente favorable. En 1960 y 1961 ganamos dos veces seguidas la Copa del Rey, que entonces se llamaba la Copa del Generalísimo, en la propia cancha del Real Madrid, que era imbatible. Más tarde ganamos otra Copa del Generalísimo, una liga y una Recopa europea, a la Fiorentina.

    P. ¿Cómo eran esos duelos con Di Stéfano, compatriota y rival?

    R. Yo le decía ‘pelado’. Teníamos muy buena relación afuera de cancha pero adentro éramos a cara de perro. Me acuerdo un diálogo con Di Stéfano cuando terminaba la segunda final. Faltaban cinco minutos, le íbamos ganando 2-1 al Real Madrid y Alfredo me dijo ‘nos ganan otra vez, Jorge, vamos a volver a perder con ustedes’. Le respondí ‘sí, y no te acerques por acá porque no solo vas a perder el partido sino también vas a perder la cabeza’, ja ja. Igual tenía muy buena relación, como con Rial. Había una diferencia grande entre América y Europa, algo que ahora no se siente, y estar con argentinos en España era como estar con familiares.

    P. ¿En el Atlético quién lo ayudó más?

    R. [Isacio] Calleja. Le dije ‘vos me vas a enseñar a vivir afuera de la cancha y yo te voy a enseñar adentro”. Calleja era un ejemplo, yo vivía en un departamento con él, en Madrid. Era abogado y me ayudó a crecer: yo lo podía ayudar a crecer en el fútbol porque tenía una condición futbolística superior. Él en la vida en la sociedad y yo en el fútbol.

    P. ¿En aquel Atlético usted hablaba de mitad de cancha para atrás y Luis Aragonés del medio para adelante?

    R. Luis fue una figura estelar y nos encontramos cuando llegó desde el Betis. Yo le decía ‘Luis, vos manejá al equipo de la mitad para adelante, que es tu área, y dejá que la parte de atrás la manejo yo’. Y ahí hicimos del Atlético un gran ganador.

    P. Aragonés dijo una vez “Griffa me enseñó a ganar”. ¿Puede explicarlo?

    R. Atlético de Madrid llegaba en segundo orden y yo planteé ‘¿por qué en segundo orden si podemos ser primeros? Acá, el que piensa que va a ser jugador de segunda división, se puede ir’. Mi mensaje a la gente del Atleti era: hay que ser ganador por ley natural. Y así fuimos campeones por ley natural de muchas cosas. Era una época en que, cuando se iba de visitante, se iba prácticamente a perder el partido, y yo decía ‘me importa un comino contra quien juguemos, vamos a ganar de todas maneras, acá nos olvidamos de pensar en perder’. Y así la mentalidad del Atlético pasó a ser efectiva, ganadora. Había varios en esa actitud, como Adelardo, Calleja, [Feliciano] Rivilla, [Miguel] Jones y tantos otros.

    P. ¿Qué clase de defensor central era? ¿Tenía el perfil que se le adjudica al Atlético, de futbolista combativo?

    R. Era un perro trabajando. No podía pensar que íbamos a perder, para mí no existía perder. Naturalmente, alguna vez nos tocó, pero éramos ganadores plenos, en todos los sentidos. El jugador que pensaba que podía perder no estaba en nuestro campo: los transformábamos en ganadores absolutos y totales.

    P. En 2019 conoció el nuevo Metropolitano y se volvió a juntar con muchos de esos jugadores. El club lo trató de “leyenda”.

    R. Fue una gran emoción. Me llevaron casi de prepo antes de este problema mundial de la pandemia. Aún hay un montón de gente, ya antigua en edad, que recuerda cómo ofrecí el sacrificio, el deseo de superación y la ayuda a quienes estaban al lado mio. Me encontré con ex compañeros y simpatizantes que me habían visto jugar y ganar títulos. Estaban [Jorge] Mendoza, Adelardo, [José Eulogio] Gárate y tantos otros. Crecimos juntos y fue hermoso volver a darles un abrazo.

    P. Argentinos y símbolos del Atlético de Madrid. ¿Sigue sin conocer a Diego Simeone?

    R. No tuve la posibilidad de hablar con él. Tampoco quiero provocar una situación para llamarlo. Habría sido lindo pero no tuve contacto con él.

    P. ¿Fue una especie de Simeone antes de Simeone?

    R. No voy a entrar en esos cálculos y comparaciones. Él tiene un trabajo que fue muy efectivo, y lo sigue siendo, y yo tuve el mío. Fueron situaciones distintas pero muy buenas para el Atlético.

    P. ¿Por qué su experiencia como técnico fue muy breve, apenas unos partidos en Newell’s, en 1972?

    R. Estuve diez años en el Atlético de Madrid, luego dos años en el Espanyol y después ya volví a Argentina. Era tiempo de regresar. Pero no estaba preparado para dirigir, desgraciadamente. Uno se piensa que, después de jugar, conoce todo, pero a veces no sabe nada. La vida nos marca determinadas cosas, y ésa fue una. Me di cuenta que no era para mí y me preparé para dirigir a los más chicos, a que tengan una mentalidad exitosa. Ahí sí creo que fui efectivo, en Newell’s (1972-1995) y en Boca (1996-2007).

    P. ¿A cuántos futbolistas descubrió como formador en Newell’s? Gabriel Batistuta, Jorge Valdano, Maxi Rodríguez, Abel Balbo, Américo Gallego, Gabriel Heinze, Gerardo Martino, Marcelo Bielsa, Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo, Lionel Scaloni…

    R. Una cantidad que ya no recuerdo. Newell’s se hizo grande yendo a buscar jugadores, no esperándolos. Los íbamos a buscar al interior del país. Hicimos un club que fue campeón argentino con el esfuerzo, el sacrificio y la entrega de esos jugadores que capitalizamos en cada provincia.

    P. Algunos de esos viajes fueron con Bielsa, cuando dirigía en las inferiores.

    R. Con él encontramos a (Mauricio) Pochettino en un campeonato en Murphy, en el sur de Santa Fe. Nos gustaron sus condiciones y lo fuimos a buscar a la casa. No sé si eran las 2 de la madrugada, o la medianoche, pero no había timbre y le tocamos la puerta. Le dijimos al padre que lo queríamos. Nos dijo que ya estaba apalabrado para otro club, el de la vereda de enfrente (Rosario Central). ‘¿Pero ya firmó?’, le preguntamos. ‘No’, respondió. Y entonces lo convencimos: ‘Que venga a jugar un campeonato con nosotros y luego decida si van a Central o Newell’s’. Insertamos a Pochettino en un torneo, salimos campeones y, de regreso, nos dijo ‘yo me quedo en Newell’s’. Situaciones de esa naturaleza hubo varias.

    P. ¿Y en Boca?

    R. A Carlos Tevez lo vi yendo en un campito hacia el aeropuerto de Buenos Aires. Estaba entre otros chicos y pensé ‘este chico juega bien’. Ramón Maddoni (otro especialista en descubrir talentos) me dijo ‘tiene cosas de Maradona’. Le respondí ‘no, no tiene cosas de Maradona: es Maradona’.


     

    Archivado en:
  • 02-09-2022 7:57 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    El escudo va por dentro. Me encanta esa manera de ver expresar un sentimiento.
  • 04-09-2022 8:46 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

     Muy buena la entrevista a Griffa.

    GIL CULPABLE,CEREZO MARIONETA.
    DILES QUE SE VAYAN
  • 15-01-2024 22:20 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    Uno de los grandes ídolos de mi padre. DEP
  • 15-01-2024 22:25 en respuesta a

    Re: Griffa: por el Atleti me volvía loco

    D.E.P. Se nos ha ido una leyenda.
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