Pase lo que pase en Barcelona, hay que sentirse orgulloso de estos jugadores y este cuerpo técnico. Nos han devuelto la ilusión y el poder pelear hasta el ultimo momento por los titulos mas grandes. Pase lo que pase, no hay que olvidarlo y hay que ponerse en pie para aplaudirles a rabiar.
Ahora darme todas las hostias y collejas del mundo, pero yo soy pesimista. No por el rival, al cual veo perfectamente ganable, sino por nosotros mismos. Nos ha podido el vertigo, la presión y la ansiedad. Ha sido tanto el esfuerzo para llegar hasta aquí, que ha habido miedo a perder y nos ha entrado el mal de alturas de que llama. Es como aquel tenista que le quedan dos pelotas para ganar el torneo y comete fallos tontos que no ha cometido en todo el partido.
En el momento que ya no jugábamos sin nada que perder, a toda hostia y a hasta donde lleguemos, las piernas se han atenazado. Y es por esto, y no nuestro juego y ni el de ellos, es lo que me hace ser pesimista.
Ahora me pongo el paraguas para recibir las hostias, pero lo siento, es mi impresión. No os preocupéis, no escribo mas hasta el domingo, o si lo hago me camuflo y cambio de opinión. Se de sobra que los nuestros no merecen leer opiniones como la mia.
ATLETI ATLETI, ATLETICO DE MADRID... SIN GIL