GRACIAS…PARA NUNCA OLVIDAR
Hace mucho tiempo lancé algunos mensajes en una
botella desde esta playa. En la que sólo desembarcó este valiente grupo de
foristas, aunque ahora muchos, ahí fuera… se estén preparando para desfilar en
París. Y hoy, a sólo unas horas del partido más importante de nuestra historia,
regreso unos instantes de forma excepcional. Ahora lo de teclear lo hago en
plan francotirador desde la red de las 140 balas. Algo que, permitidme os inste
a hacer, porque páginas como esta deberían tener eco desde cada uno de vosotros
y con la máxima difusión en internet. La libertad y la pluralidad que nos niega
el que es el peor y más corrupto ¿periodismo? deportivo de Europa las podemos
disfrutar en las redes sociales. Pero dejémonos de teorías, de preámbulos y
vayamos al grano.
Estas son unas líneas de agradecimiento. De
agradecimiento, pero también de recordatorio. En primer lugar, las gracias.
Gracias al gran hacedor de todo esto, al tipo que nos ha devuelto dos cosas. Nuestro
lugar y el respeto. R-E-S-P-E-T-O. Se palpa y todos los sabemos. Gracias a ese argentino
que apuntó la senda como jugador y que hace dos años y medio regresó a la que
era su casa para trazarlo y guiarnos a través de él. Ya lo dijo: “No he venido
para ganarme al vestuario. Vine para marcar un camino y hacer juntos un gran
trabajo”. Era el camino de vuelta. A lo que nunca debió dejar de ser el
Aleti. Si me ha ganado con todos y cada uno de sus detalles dentro y fuera de
la cancha (esos “es fundamental la pertenencia, yo pertenezco a este lugar”…
“soy un hincha del Atlético y se me nota”…“para cambiarme la camiseta del
Atlético de Madrid tienes que darme dos, porque la mía vale más que la tuya”…o
esa que habría que hacerles copiar 1000 veces a tanto pseudoperiodista, en su
doble modalidad: los ignorantes por incultura futbolística y los que (son los
peores) no lo son pero acuden en cuanto pueden a la interesada falacia impuesta
por el Sistema : “Lo del Pupas no lo entiendo, nunca supe lo que es”. Ni yo. Ni
muchos aficionados. Pero sólo Luis y tú lo denunciásteis. Luis, siempre Luis,
por siempre Luis, para siempre Luis....) aquella noche de invierno en que mirabas
al cielo con lágrimas en los ojos demostraste dos cosas. Una, ya la sabíamos:
que eras uno de nosotros “Uno di noi”. La otra sólo la intuíamos: que ese
mítico y desgarbado cascarrabias con las patillas que llevaba mi padre se había
ido allá arriba, pero dejando el puesto bien cubierto aquí abajo. Sabes que
serás, Dios lo quiera y tarden en intentar joderlo los dos condenados por el
Supremo… el Aragonés del siglo XXI. El estandarte de las rayas rojiblancas
junto al oso y el madroño. “Vd….no pise ese escudo”. Con el orgullo, el carisma
y el ansia de ganar, ganar y volver a ganar… de Zapatones. En esta etapa o en
otras que tengan que venir. Estés o no con nosotros , con tu gente, el tiempo
que tengas que estar, sé que nunca caminaremos solos. Y que tú tampoco lo
harás. Aleti y tú sois lo mismo. Así que…Gracias por levantar al Aleti. Gracias
por devolverlo a su lugar. Gracias por cada entrenamiento con los muchachos,
por cada kilómetro recorrido en esas bandas, por cada palabra de orgullo y
devoción por estos colores, por cada magistral rueda de prensa y esas elegantes
estocadas “para los que les molesta que estemos arriba…”. Gracias por ese “si
se cree y se trabaja…se puede”.Gracias, míster.Gracias,chamán.Gracias,
líder. Siempre huiré de mesianismos, pero, joder ¡¡¡qué difícil lo ponés,
carajo!!! En fin, GRACIAS Cholo, gracias Simeone.
Y en segundo lugar, me gustaría agradecer a SDH. Y con
vosotros, con cada uno de vosotros a quienes no he dejado de leer desde que
pasara al otro lado de la red hace años, a ese reducto de atléticos que durante
años enarbolásteis la bandera del verdadero Aleti. El del tercer equipo de
España que muchas veces era el primero. El de un club ganador, respetado, que
se dejaba hasta la última gota de sudor jugara contra el United o contra el
Escalerillas. El de una afición campeona y animosa, acostumbrada a ver buen
fútbol y a luchar por títulos, no por dar palmas con las orejas por quedar
cuartos. Se podía o no lograr un campeonato, pero nuestro Aleti siempre estaba
ahí tocando los dídimos a los gallitos, a los prepotentes, a los arrogantes.
Porque tras el merecidísimo homenaje…Toca recordar.
Recordar que ese era el Aleti que una banda de forajidos habían secuestrado.
Ese, y no esa caricatura fabricada “ad hoc” por el Duopolio y sus palmeros,
publicitada hasta la naúsea por la repugnante Sra. Rushmore (¿nadie se plantea
no volver a contratar a semejante bazofia?) y explotada miserablemente por el
cateto a babor que nos preside y el tipo de rostro difícil que se dedica a dar
vueltas a la M-30, supongo calculando el pastizal que se levanta cada año como
“mejor gestor del mundo 2010”. Un Aleti pobre de espíritu, victimista y
torrentiano, cuya ovina y pipera parroquia logró que diera de baja mi abono el
día que ante mis protestas durante un partido de esos años de plomo, años D.B.
(después de La Bestia), años de patos, pollos y musampas, un paisano me espetó
“a pitar al Bernabéu”. Fue mi 0-6, el día que, como nuestro añorado Niño,
comprendí que la falta de exigencia había corroído una entidad que otrora
alfombraba el césped con almohadillas ante un simple empate.
Gracias a Señales. A esa Puerta 34. A esas bufandas
“verdeamarelhas” (¡memoria histórica, no las guarden nunca!) que sigo viendo
con sumo respeto por lo que supusieron hace sólo unos años. La rebelión contra
los Delincuentes. Contra los que se quedaron con el Aleti sin poner un duro.
Contra los que dijeron que iban a vender el Calderón asegurando que “iba a
acabar con la deuda”, la que ellos mismos generaron. Contra los que lo
vendieron sin acabar ni con la deuda ni con el agujero que ellos mismos
provocaron. Un agujero tan grande como el de la fábrica de Mahou, el que cada
vez que lo contemplo, espumosa en mano bajando al Templo, me recuerda que pase
lo que pase, ganemos las copas que ganemos, y seamos todo lo “trendy” que
sostienen los gilipollas que ahora somos, nunca debe haber lugar para el
olvido.No, nunca olvidaremos.
Como
tampoco a los que tanto daño hicieron desde los medios. Farsantes bizcos con
ínfulas (y payasos al micro) que hicieron buenos a los butaneros. Unos crearon
a La Bestia, otros la cebaron a ella y a su hedionda prole. Presuntos
atléticos, como los que siempre pinchaban el mismo disco: el del “ji-ji-ja-ja”
cuando del Aleti y de sus apropiadores indebidos tocaba hablar. Siempre me
suscitaron más asco por esa suficiencia con que trataban de tomar el tupé al
personal, alardeando de que “eran del Aleti” mientras cavaban aún más honda la
tumba que abrieron los dos protagonistas de la sentencia Nº 620/ 2004 del
Tribunal Supremo, del 4 de junio de ese año. Estos eran los “atléticos”. Los
que no pararon hasta echar de La Castellana a un golfo de medio pelo como Ramón
Calderón y jamás levantaron la voz contra dos tipos condenados por estafa,
apropiación indebida y simulación de contrato entre otras “medallas”. Dos
sujetos que, hasta el advenimiento del Cholo, vendían a los buenos para pagar a los
malos. Que saquearon una institución hasta convertirla en una cutre agencia de
compra-venta de jugadores. Los del “Estoy en el Atleti para recuperar mi
dinero” (Enrique Cerezo Torres, 3 de febrero de 2009).Y el “si saliéramos de
aquí, ninguno nos vamos a llevar nada” (Miguel Ángel Gil Marín, 6 de marzo del
mismo año).En fin, la degeneración del ser humano es una constante, y volviendo
a sus engrasados protectores…de aquellos popes de las ondas nocturnas hemos
pasado a una pléyade de circos y bufones tikitakeros que avergonzarían a
cualquier país con algo que se pudiera llamar periodismo. El nivel es
mayoritariamente subterráneo en prensa de papel, digital, radio y TV, y el
poder -los sobres- del Sistema se imponen en cada simulacro de tertulia, y esa,
amigos, esa…es otra historia…aunque tampoco debemos de olvidar.
Porque son días felices. Meses felices. Años felices.
Pero con copas o sin ellas, crucemos o no el umbral de los elegidos y entremos
o no en la eternidad este sábado, tengamos siempre presentes varias cosas. Que
éste es el Atlético de Madrid (y no el que nos querrán encasquetar en cuanto el
Duopolio y su “Prensa Lewinsky” –gracias, Uría- tengan de nuevo la
oportunidad). Que jamás nos rendiremos. Pase lo que pase. Y que nunca olvidaremos.
ZOTAL A ESE PALCO
Un abrazo a todos y ¡¡¡AÚPA ALETI!!!