Siempre he dicho que hay muchas cosas de la afición del Atleti que no me gustan, y algunas, sobre todo una, que me averguenzan... Entre las primeras, pitar jugadores honrados. Léase Perea o Raúl García (aunque luego muchos se la envainaran)... Más fácil meterse con el jugador honrado y que nunca les va a reprochar nada ni mandar al cine a la Gran Vía. Otras veces era con Pernías, Clebers, Novos... Mientras se alababa a Juradines y Jozeanz. Pero lo del sábado no tiene nada que ver con este tipo de pitadas. Se pitó la falta de respeto, se pitó que el francés sea profesional, y que debe tomarse en serio el sitio en el que está. Esas ambiguedades y esas bromas, en casa, pero no en los medios. Y a los que dicen que se compra, se consume, blablabla, a ver cuándo compro y cuándo consumo cosas de Godín, Koke, Saúl, Gabi, Juanfran o Torres, en las que figuren bromas, faltas de respeto o ambiguedades. No pido que Antoine sea como éstos, pido que sea serio, responsable y profesional. Que aguante un poco una pitada y que sepa que este no es el camino, que respete un poco la camiseta y se deje de gilipolleces. Eso es lo que le dijo la afición. Y los que decís tanto de que la vikingada pitaría, etc., etc., no hablemos tanto que me gustaría ver qué hubiera hecho la vikingada si les roban el club... Porque lo que hemos hecho nosotros, lo sé, y esa es la mayor verguenza de todas.
Lo malo de la Ópera es que se despierta uno sobresaltado en algunos momentos. Óscar Pin.