Creo que JESUSEZ tiene toda la razón. Cambian su obligación, por negociaciones y compadreos para lucrarse; ellos. Comparto totalmente el resumen que hace:
en esa piara de cerdos, les importa bien poco los intereses del club y
la legitimidad de los actos., porque son los primeros en no cumplirlos.
Y con estas cosas y formas de gestionar, quedan a un lado los intereses deportivos, y crecen vestuarios como el de este año (las cabezas de los jugadores debían estar en lugar de en el próximo partido, en los contratos, claúsulas, mejoras,...).
Las responsabilidades van por orden y la denuncia es obligada y más con el daño que han hecho y el ninguneo al club. Pero en lugar de cumplir con su obligación, asumen los hechos y trapichean con las claúsulas, contratos, salarios. Al final, dicen lo de "los jugadores juegan donde quieren" y todos tan tranquilos.
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.