El 6 de febrero es una fecha trágica en el historial de asesinatos de la banda criminal ETA. En 1979, asesinan al Alcalde de Olabarría, dos años después un Ingeniero de la Central de Lemóniz, en 1986 Colón de Carvajal, Vicealmirante de la Armada y su chófer. En 1992 el convulso atentado de Capitanía General con cinco víctimas mortales. Y en 1996 Txapote le metió un tiro en la nuca a Fernando Múgica Herzog. Todos el 6 de febrero.
No sé por qué ese día estaba marcado a sangre y fuego en el almanaque sangriento de la banda. Y precisamente un 6 de febrero de 1976, cuando el que esto les cuenta no había cumplido catorce años, se disputaba en el Calderón un At. Madrid -Real Sociedad que se saldaba con una contundente victoria local por 5-1, recordando como anécdota que el gol de los de Irulegui lo marcó un central que me impresionaba mucho, de esos de rompe y rasga, que se llamaba Cortabarría (supongo que hoy se escribiría con K). Ayala y Rubén Cano hicieron doblete para el Atleti y el otro gol me suena que lo marcó Leal.
Cuando bajábamos las escaleras del primer anfiteatro, ya saliendo, se alzó una voz entre los murmullos de la gente que iba comentando el buen partido vivido, que dijo: "La Real pierde pero ETA gana". El revuelo que se armó fue peliagudo, empujones, puñetazos y patadas por doquier entre aficionados atléticos y unos cuantos de la Real, que acabaron bastante perjudicados, por cierto. Y en mitad del jaleo servidor, que para más inri y a pesar d eser socio, se había colado, porque le había dejado el carnet al caguetas (y torpe he de añadir) de mi amigo Ramón, incapaz en su vida de cometer tal tropelía de colarse.
Los más antiguos recordarán que cuando se construyó el Manzanares se acomodaron unos calabozos en sus bajos, muy propio de la época. Pues en el 76 todavía existían, aunque ya prácticamente estaban en desuso y ahí, precisamente, fueron a parar mis huesos hasta que dos horas y media después me vino a recoger mi padre que, de primeras me soltó dos collejas y luego me invitó a merendar mientras me hacía que le repitiera una y otra vez lo que había pasado.
A los tres día, el 9 de febrero, ETA asesina al Alcalde de Galdácano y un día después a un mecánico en Cizúrquil (Guipuzcoa). Se descubre en la investigación posterior que el atentado estaba planeado para el día 6 de febrero y se pospuso por motivos estratégicos. Los hijos de *** que estaban en el Calderón ya lo sabían y con esa frase premonitoria anunciaban la felonía.
Cuento esto, no porque me guste regodearme en el recuerdo, que les puedo asegurar que con trece años fue impactante y brutal. Lo cuento para que, si lo tiene a bien, lo lea Trenti, especialmente él. Y, además, todo aquél que le apetezca. Que cada uno saque sus conclusiones
"El Atlético no se merece que le estén tratando como le están tratando. No se puede conformar con entrar en Europa, estoy en contra de anuncios como ese de 'Papá, ¿por qué somos del Atleti?'. ¡No! Cuando yo estaba siempre salíamos a competir a por la Liga, la Copa, todo. ¡Vuestros padres no nos permitían otra cosa! Somos el tercer equipo de España, pero nos hemos alejado de nuestra historia. Pero pensad que, cuando una puerta se cierra, se abre una ventana".
Luis Aragonés en su Gaudeamus
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