Primero fueron las razones higiénicas, luego las futbolísticas, y por último las económicas: este pollo no tiene que jugar ni un minuto en el actual campeón de liga.
Aguantar su adaptación al fútbol europeo (larga y trabajosa, parece apuntarse) para que si sale bueno (que lo dudo) salga por cuatro duros, y que la mitad sean para Mendes. Es tal sinsentido que espero que el vikinwey sea tan empleado como el infame pijama que tenemos por segunda equipación.