TwoMoon: Hay mucha hipocresía flotando en el ambiente. En lugar de pensar, oigan, qué coño está podrido en esta sociedad, qué se está haciendo mal a nivel educativo, socioeconómico, ético, audiovisual, etc, para que unos tíos queden para darse de ostias a las nueve de la mañana de un domingo, para que un señor con mujer e hijos se mueva en esos ambientes, para que alguien arroje al río a otro después de golpearlo, se limitan a salir en la TV, lanzar cuatro lugares comunes y cuatro frases hechas y repetir aquello de "sáquemoslos del fútbol". Ah, qué bien. Sáquemoslos del fútbol, si se siguen dando de ostias, maravilloso, pero que no nos copen las portadas de la jornada de la Liga BBVA. Fuera del fútbol, que sigan matando y desperdiciando sus vidas, pero que vayan directos a la página de sucesos y así podemos seguir con lo nuestro. Tremendo. O a lo mejor piensan que estas personas se van a convertir en pacíficos eruditos si se los aleja del balompié.
Estoy bastante de acuerdo con tu comentario.
La hipocresía no es que flote en el ambiente, es que está instalada en nuestra vida cotidiana y, lo peor de todo, es un mal que hemos asumido como algo irremediable.
Me repugnan los actos violentos, pero también me provocan náuseas los comentarios de tanta gente que habla con un entendimiento de los temas que parece cuando acaban de hablar no dejan turno a réplica posible. Y siempre nos cuentan que hay alguien por ahí que no ha hecho lo que debía y a quien se le presume una responsabilidad, porque claro, lo que nos resulta desagradable, inexplicable, molesto, tiene que tener responsables a quien se les pueda poner cara y, si puede ser, un rosario de condenas, así uno se libera de ese sentimiento y vuelve a ser feliz. Vamos que es como superar un trauma desde una pecera.
Estos hechos lamentables que tendrían que haber generado un debate social, iluso de mí hablo de debate, como si eso fuera en estos tiempos algo a lo que aspirar, con excepciones como este propio foro donde en ocasiones puede uno disfrutar de ello, pero es más simple y sencillo rendirse a los principios de la física y pensar que esto no es más que causa, efecto y reacción. Así nos va a la sociedad.
Existe una violencia innata que depende de muchos factores, pero nadie comenta que la violencia no es el problema, sino la consecuencia de otros problemas. ¿Acaso no están poniendo la voz de alarma los colectivos de educadores sobre la agresividad de los alumnos en las aulas? ¿Alguien concibe una manifestación ideológica sin atisbos de actos vandálicos, que si no llegan en ocasiones a producirse es solamente por miedo a los palos que le puedan caer a los que se quedan con las ganas? Por no hablar del germen de todo eso, la violencia verbal, que no es más que la antesala de la física.
Decía Ozemaría que somos tribales y las normas de las tribus suelen coincidir en muchos aspectos básicos que tienden a generar conflictos, entre sí y con los demás, por lo que en un conjunto social de tribus donde los valores de respeto, tolerancia, comprensión y otros que pueden facilitar la convivencia entre las tribus, están seriamente deteriorados, pero no porque no sean nuestro referente, como se cansan de repetirnos una y otra vez, sino porque, sencillamente, hay muchos individuos que no creen en ellos y, lo peor, es cada vez son más, porque se les acepta en la sociedad como un mal menor con el que tenemos que convivir.
¿De verdad seguimos pensando que el fútbol o los grupos ultras son un problema? Si se sigue enfocando así, en mi opinión, al final seguiremos teniendo lo mismo o peor, eso sí, más regulados, con más prohibiciones, con más restricciones, en definitiva, menos libres, para que aquellos a quienes les importa poco todo eso que digan, continúen haciendo lo que les apetezca, ya que siempre encontrarán el refugio de quienes justifiquen sus actos, y los demás, los que tratamos simplemente de ser normales, seamos las verdaderas víctimas, un poco más alienados en la cordura impuesta.