Estamos en el élite, eso se puede deducir del partido de hoy. Y estamos con los mejores equipos del mundo porque Simeone ha montado un equipo que sin tener los jugadores del nivel de los seis o siete grandes equipos de Europa, sabe a lo que juega y es capaz de jugar cada partido dónde y como más duele al rival.
Y no nos engañemos, los enfrentamientos entre estos equipos, salvo alguna excepción, se deciden por detalles que pueden cambiar el rumbo del partido. Sin duda el día del trampas tuvimos esos detallles de nuestra parte, hoy ha tocado cruz y de un posible penalty y expulsión, el balón sale rebotado hacia un jugador del Barcelona que en dos pases sentencian la eliminatoria.
Un equipo que es capaz de jugarle al trampes como le ha jugado la primera parte, y hacerle no menos de cuatro ocasiones claras de gol es capaz de competir con sus armas con los mejores equipos del mundo como hemos venido demostrando estos dos últimos años.
Se ha perdido, pero se ha perdido contra un gran equipo plagado de estrellas en su delantera, y se ganó hace unos días a otro equipo de un potencial similar. Estamos ahí, y lo que no tenemos que hacer es perder la perspectiva de nuestras posibilidades reales y el uso que debemos hacer de ellas.
La dirección técnica del equipo ha demostrado sobradamente su capacitación y en ellos, al menos yo, confío plenamente. Si les dejan trabajar competirán de igual a igual pensando que los molinos no son inalcanzables.