Empresas que solo existen para lavar dinero negro a raudales, que están destrozando vidas con las nuevas ludopatías y que provocan la comisión de otros delitos que se están cargando el deporte, como los amaños. Nada bueno que aportar y mucho asco. Parece natural que se entiendan con Gil ( y que patrocinen al trampas).
Debería estar todo prohibido. El que quiera apostar que haga porra en el bar. Dejar que circulen millones de euros descontrolados con la excusa del deporte (y su buena imagen, que esa es otra) es una muestra más de la hipocresía de este mundo de mierda en que vivimos.