Mendes coje un utilitario y lo vende a precio de coche de carreras a un "amigo" que, del precio fijado para el coche, paga un adelanto con la promesa de mendes de que, o en un par de años se lo coloca a una tercera escudería a precio de coche de carreras top, con lo que el primer vendedor cobra, el "amigo" cobra la plusvalía y el pagano palma el precio desorbitado fijado para el utilitario o, si no hay pagano que palme el precio fijado, se lo recoloca a otro "amigo" por el precio inicial, o similar, para que no palmes lo pagado y vuelta a empezar.