Costa, en caso de venir, estaría siempre bajo la lupa de la prensa (la PPM) para acusarlo de guarro, agresivo, tramposo. Lo someterán a una persecución constante y por supuesto le cerrarán las puertas de la selección si el alineador nacional es otra marioneta como el actual. Reforzaría la campañita de los medios del equipo agresivo y toda esa mierda.
Por tanto es evidente que tiene que volver, tanto por motivos futbolísticos como extrafutbolísticos. Como atlético, vivir a la contra es mi estado natural, y pocos tienen más enemigos que Costa. Que nos odien y nos teman. Nada hay más dañino que las carantoñas interesadas de los medios madridistas. Es mejor que nos ataquen de frente a que nos apuñalen a la espalda, mientras finjen dar una palmadita cariñosa (la caza al Cholo aprovechando su rueda de prensa, el último ejemplo, donde se junta el interés de Florentimo y el de Calamardo, para ir erosionando al mito)