No solamente no se les aplica el mismo rasero en faltas (trampas pasivas) sino que se dedican sistemáticamente al engaño y encima ahora agreden (trampas activas). En sus declaraciones no tienen la decencia ni de callarse, sino que se ponen estupendos. Sus aficionados no reconocen nada, esmás, dicen queel árbitro "les ha perjudicado más a ellos" por no sé qué mierdas. Y una caterva de estómagos agradecidos se dedica a dorarles la píldora en los medios (le caverne, imagino). Si con esto no merecen ser llamados tramposes, no sé qué más hace falta.
Lo cual no quita el asco de ver cómo ponen a "defendernos" a merengones que son la versión original y por tanto extra plus de ese espíritu tramposo.
Hablemos un poco de fútbol. Aunque sinceramente, me costó mucho seguir el partido, cada decisión arbitral me sacaba de quicio. Estrastosféricos Gabi y Koke en el medio, especialmente el primero.Sobresaliente Lucas (se demuestra una vez más que con Godín al lado, todos los centrales mejoran).Filipe excelente en el campo, con un nivel defensivo muy alto,y hasta mejor ante los micros: alguien tenía que decirlo (luego ha salido caratuerca, arrastrado de las orejas ante el micro, imagino).Para mi Torres el mejor, tanto por el gol como por la manera de afrontar el partido. La manera de evitar tarjetas anoche era no tocarles, como demuestra la espectacular estadística de 1 tarjeta por cada dos faltas: resulta que siempre que haces falta es juego violento o contraataque peligroso.