El tema, y el problema, no está en que te guste más un tipo de juego, el del pasecito, el control, el dominio, o el que por ejemplo practica el Aleti (que dependiendo del rival incluso ése sabe practicarlo, pero bueno ése es otro tema). El problema es que la opinión generalizada es que si juegas al fútbol que no es del toquecito, el dominio y demás es porque no puedes o no sabes, y tienes que agarrarte al "otro fútbol", que es más sencillo. El típico pobrecito, como no sabe hacer A, hace B, pero que bien lo hace. Menosprecio, condescendencia. Y eso es así, y está admitido como realidad universal, incluso por los defensores del "otro fútbol". Y yo niego la mayor.
Una cosa es tener un equipo que juega por no descender y que tiene el presupuesto y los jugadores que tiene y juega así porque cree que no puede jugar a otra cosa, y otra cosa es lo que hace el Atlético de Madrid, que podría jugar a muchas cosas, pero ha elegido jugar a lo que juega, como lo hace y con unas señas de identidad clarísimas, innegociables. Y nuevamente la opinión pública generalizada, y especialmente los expertos, afirman sin ningún rubor que es mucho más difícil jugar como juega el Barsa, por ejemplo, que como juega el Aleti. Y yo nuevamente niego la mayor.
Porque no es cierto, porque jugar como juega el Aleti, defender como defiende el Aleti, presionar como presiona el Aleti, y además no renunciar nunca al ataque, no renunciar nunca a ganar, es muy difícil. No voy a caer en el error de sentenciar que más que lo otro, el mismo error que cometen ellos, aunque mi opinión es que tácticamente, desde el punto de vista de aprendizaje, coordinación y puesta en escena es incluso más difícil, requiere más esfuerzo, lo mismo que requiere más esfuerzo un buen ejercicio de sincronizada por equipos que uno individual. Es mi opinión.
Y nuevamente algo asumido por todos es que el fútbol de toque y posesión es más bonito, más estético, más fútbol. Nuevamente niego la mayor. A mí personalmente, y es una cuestión estética, de gusto, me gusta mucho más el fútbol que practica el Aleti, me gusta más estéticamente ese fútbol, me transmite más emociones, me parece mucho más desgarrador. Puede que en la plástica pura el otro sea más estético, pero el arte no es sólo estética, (particularmente el arte que se basa sólo en la estética me aburre), el arte es sobre todo (al menos como lo veo yo), emoción, transmitir, sentir, y desde un punto de vista artístico, el fútbol que practica el Aleti me parece el más bello, porque es con diferencia el que más transmite esas emociones.
Pero además no se trata de dejar la puerta a 0 para no perder. El Aleti no ha jugado ni un solo partido a eso desde que está el Cholo, ni siquiera cuando le podría valer el 0-0, cosa que por ejemplo el Barsa sí intentó hacer el otro día, terminar a 0, al menos de inicio. Cuando fuimos a Barcelona a jugarnos una Liga en la que nos valía un empate, no fuimos a quedar a 0, en ningún momento, fuimos a ganar ese partido. Pero es que además, luego, te hacen jugadas como la del segundo gol del otro día con el Español, o la de Vigo, o tantas otras, y ves que estos tíos saben jugar al "otro fútbol", al del pase, y muy bien.
No es conformismo, es lo más alejado al conformismo, es lucha y rebeldía, es demostrar a lo establecido que hay otras vías, otras opciones, otras formas de entender la vida.
No, no jugamos a esto porque no podamos jugar a otra cosa. No, no resulta hermoso pero menos que lo otro. No, no es más fácil ganar así que ganar de la otra manera. Todo eso es falso. De tanto escucharlo lo admitimos como cierto, pero no voy a entrar en sus p.utas reglas del juego (y no he entrado en como se llega a un estilo y como al otro, del talonario, la desigualdad y las ayudas, y no entro, porque no me hace falta para defender lo que estoy defendido).
Nosotros somos lo que somos porque hemos decidido serlo. Ni porque sea más fácil, ni porque sea más difícl. Ni porque sea más hermoso, ni porque sea más práctico. Lo hemos decidido, el Cholo lo ha decidio, porque, ahora sí, es lo que somos, lo que siempre hemos querido ser. Y la verdad, la realidad, es que es jodidamente hermoso.
Duele verles, duele seguirles, duele sufrir, luchar y correr con ellos, pero es el dolor más hermoso.