Pues eso.
Gracias sinceras, sentidas, verdaderas, tan reales como todos los años que han pasado, a los Godín, Gabi, Juanfran, Koke, Filipe, Costa, a todos los jugadores que honran este escudo.
Y al Mono Burgos, que paraba goles con el pecho y sobre la línea cuando estábamos en segunda.
Y al Cholo, ay, el Cholo. ¿Qué hubiéramos sido sin él? El tipo más grande de la Historia del universo.
OLE OLE OLE, CHOLO SIMEONE. Como cantábamos hace ya casi 25 años.