cerdezo: Al parecer el partido ayer lo pierde Moyá. Debe ser que me confundí de canal y vi otro...
Lo pierde el equipo, siempre.
Pero hay momentos que tienen un efecto brutal en el conjunto, y uno de ellos es el de anoche. Porque nos había costado un mundo hacer el gol (y que no lo anulase el del minuto de silencio más corto de la historia), estábamos buscando el segundo, y en una jugada de mierda, un centro que toca en el lateral y se envenena, Moyá se hace un autogol. Y es autogol porque si no la toca, no entra, y dudo mucho que el delantero pudiese alcanzarla. No es encajar un gol lo que desquicia, es encajarlo de esa manera, y a partir de ese momento todo el mundo empieza a hacer cosas raras, con demasiada prisa por arreglarlo. Nadie quiere ponerle mala cara a su compañero que es el primero que lo está pasando mal, pero por dentro les llevan los demonios. Incluso en el segundo gol hay un aire de desgracia anunciada, de catástrofe inevitable cuando encara Correa, que hace un remate aseado, pero desde luego no imparable. Pero la confianza que llevó a parar un mano a mano a Moyá en una primera parte sobresaliente se había evaporado.
Mi opinión es que si sales con todo, pues con todo, y si sales con suplentes porque el partido lo permite o las circunstancias lo exigen, con suplentes. Mezclar al equipo titular con el portero suplente sin que medie necesidad es dejar un resquicio dañino que puede abrirse en brecha si se tuercen las cosas. Porque Oblak puede fallar (poco, pero ha cantado algunas veces por todo lo alto), pero nadie va a ponerse a pensar tonterías. Pero si el que falla el Moyá, la tensión es mucho mayor porque nadie dice, pero muchos piensan, que "esto con Oblak..."