Bueno, pues se acabó. Lo hemos hecho mal, debemos pagar
por ello. En plena fase de semi-profesionalización del Rugby en España, todo debiera
desarrollarse de la mano y no conservar una estructura totalmente amateur, que
posibilite errores como éste.
El retroceso va a ser importante.
No me sale más, lo siento.
Saludos cordiales.
Algún día volverán las barbacoas en nombre de Dios; rezad lo que sepáis, porque yo seré el Inquisidor.