Globalmente el mejor mundial que he visto.
Impecable organización con los campos llenos jornada tras jornada.
En el aspecto deportivo, el triunfo del juego colectivo, del grupo por encima de las individualidades, se ha impuesto totalmente, lo que ha alumbrado una competitividad que ha hecho muy interesantes la mayoría de los partidos. Con el nombre ya no ganas a nadie, y los "malos" se inventan sistemas que les convierten en equipos muy duros de roer si los "buenos" no se ponen el mono de trabajo.
Las competiciones de club tienen que darse cuenta que este es el camino para interesar a los aficionados. La concentración de demasidados jugadores muy buenos en siete u ocho equipos hace que muchos partidos de Champions sean un truño insoportable por la gran diferencia entre los dos equipo. Por no hablar de la liga española, un claro ejemplo de lo que acabo de exponer.
Hay métodos para que las ligas y las competiciones continentales de clubs se tornen más interesantes y competitivas. Se han empezado a dar pasos en ese sentido pero va a ser muy complicado por el poder de los clubs grandes en las federaciones.