No sé si es pura mala suerte lo de Godín (tres partidos, dos cantadas que nos cuestan el partido) o si es que le está pesando el brazalete -no por no saber llevarlo, sino en el sentido de estar pendiente de todos, y menos de sí mismo-. O lo mismo es la típica dificultad para arrancar de los jugadores veteranos. El caso es que necesitamos un mejor Godín para cerrar nuestra puerta, que es siempre la mejor estrategia cuando vienen mal dadas.
Espero que este inicio de temporada tan complicado responda a la planificación física. Un minipico de forma para la supercopa, seguido de un bajón para hacer carga que iremos superando tras el parón de selecciones. Nos hemos hundido siempre en las segundas partes, tras primeras horas más o menos buenas. Nos falta precisión, y ahí eso se nota en la producción ofensiva, pero es que tampoco estamos siendo una roca defensiva.
El calendario no ha podido ser mucho más cabrón ni a propósito. Y los arbitrajes, acojonantes. Llevamos tres de tres, y por supuesto los más cabrones fuera. Es que esos dos penaltis de Kalinic que parece que ni existieron te dan un empate a dos. Que a los ciervos de los huevos les pitaron el otro día dos fuera de casa para resolver el partido. Mientras no se designe todo por sorteo puro, vamos a ir siempre cuesta arriba. Que ya lo sabemos, pero joder, lo que cuesta.
Y creo que lo del central en banda debe quedar desterrado por siempre, salvo ocasiones excepcionales: nunca nos ha ido bien. Que Lucas, un fenómeno, pueda cumplir no significa que Savic, que siempre sufre al sacarlo del área, vaya a hacerlo. A la vuelta del parón espero vuelta a las esencias: laterales ofensivos y cementaco en el medio. Rodri, Saúl, Koke y Thomas, o si acaso quitar uno de estos por meter una variante. En todo caso, cerrar nuestra portería a cero. Por cierto, el día que Oblak -mejor portero del mundo- no para una (su tarde en Vigo es para olvidar) no viene la prensa a decir nada, pero si para media ocasión montan el numerito como si nos hubiera salvado de una paliza. Jan se quedó cortocicuitado con su error en el primer gol, que se sumó al inicial de Godín. Es impropio de su nivel darle el primer palo a su rival, y creo que le sacó del partido ese fallo (aún así saca dos-tres buenas manos porque no deja de ser un monstruo, aunque en un mal día).