Chinasky: En Argentina, y que nos corrija nuestro ínclito amigo, existe el concepto de volanre de cierre, lo que aquí llamamos cinco, y los
vola
ntes de creación, que juegan en todo el frente del ataque, tanto en los costados como
por el
centro y que aquí era tradicionalmente el mediapunta. De hecho el
término volante no puede delatar cierta edad porque es un término importado no hace tanto. En España tradicionalmente estaban el mediocentro, el
media punta o enganche, el interior, el
exterior y el extremo. Esa concepción si denota años de fútbol. De hecho una traducción muy de naftalina de volante sería “manija”.
El dibujo clasico del futbol argentino era el rombo con el 5 defensivo, el 10 creativo, desligado de la marca, el 8 (volante por derecha) con llegada (ejemplo tipico Brindisi, un jugadorazo) y despues el 11, por el costado izquierdo, mas aplicado en la marca, dandole una mano al 5. Esto fue variando... cada vez mas se les pedia a los volantes mas dinamica, mas ida y vuelta, al principio a los dos que jugaban por las bandas, que participen tanto en la creacion como en las coberturas, despues al 10, que baje y se ponga casi en la misma linea que el 5 en el eje (o sea, pasar de ser mediapunta a ser mediocentro) y eso Argentina nunca lo pudo hacer exitosamente. El mediocampo es la clave de los equipos hoy en dia, la dinamica, el ida y vuelta, el box to box... ya no existe el 10 estatico que la recibe del medio y abastece a los delanteros, como los que supimos tener. La prueba esta en los ultimos campeones del mundo: España, Alemania, Francia... muchos medios, grandes jugadores, pero con mucho musculo. Argentina no sacó ni uno de estos mediocampistas. No se supo acomodar al cambio.
Es cierto como decis, que hay jugadores mas defensivos, mas volcados a labores defensivas y otros mas talentosos que son lanzadores, que asisten, que tienen vision, etc. Eso no va a cambiar, lo que digo es que hoy a todos se le pide todo, ese es el futbol moderno, hoy si no tenes marca, si no tenes las dos cosas, como Saul y Koke, por ejemplo, mucho no sirve.