El anuncio es chulo, con el tono algo ñoño que se presupone a lo navideño. Ahora, los de la Sra. Rushmore se están convirtiendo en una especie de one-trick-pony, explotando una y otra vez ideas ya trabajadas. Coincido en que el mismo anuncio potenciando el humor sobre la superación de desgracias podría estar mejor. Que los atléticos somos gente luchadora, pero también nos gusta reirnos de vez en cuando.
Seguro que ese continuismo exagerado es parte de la "creación de marca". Pero luego hay que hay que cambiar el escudo por un engendro, ahí no hay marca que valga. Hay que joderse.