El fútbol cambia muy rápido. Y del mismo modo que ese cambio nos ha pillado por sorpresa con un juego como el que triunfo en la fase final de la Champions, hay algo que se le debe a Simeone. La aparición de entrenadores que hacen equipos competitivos con mimbres modestos, a su imagen y semejanza (la de Simeone). El Cádiz, el Elche, el Huesca... pueden no aguantar toda una temporada (aunque el Granada y Getafe sí lhan hecho) pero muestran jugadores que mueren en el campo y que forman un vivero de fondo de armario nada desdeñable y no precisamente caro. Gente que quiere su hueco en este mundo y tienen hambre. No digo de que fichemos muchos de ahí, que luego la camiseta pesa. Pero 3 o 4 no sobrarían y no estaríamos como estamos (ya que la cantera no parece contar). El lateral izquierdo del Elche del año pasado era muy interesante. Akapo (el del Cádiz) no le permitió a Vinicius ni un recorte sin darle una patada y Vinicius puntería no tiene, pero velocidad y desborde le sobran). Djené lleva años mostrando valía. En el Granada hay medios de fuerza muy interesantes. Maffeo era bueno en el Girona y está en el Huesca. Y, francamente, me parece más del Atleti (como reserva) Siovas que Hermoso que es un cretino importante. Campaña lleva años demostrando lo bueno que es (y antes era más barato). Wass, que quedaba libre del Celta, como Radoja. De esas huertas ha fichado el Atleti toda la vida y no digo que sean titulares ninguno, pero que harían equipo, no son caros y tienen callo para salir en un partido a partirse la cara, doy fe de ello. Y se mean al Madrid en el Bernabéu, compiten contra quien sea, se comen la hierba... Pero no son de Mendes y son invisibles para Berta. No darían dividendos en esta empresa de compra y venta. Una empresa que no se da cuenta de que esto está cambiando y que, si no piensa como equipo de fútbol, le queda poco para darse una hostia importante. Y cuando se vaya Simeone, más. Porque lo importante no es el Bayern mañana. Es que me temo que va a haber muchos más días como mañana. Y perderemos un año (como el anterior y como cuando vendimos a Falcao) en el que sumar un campeonato perfectamente disputable.