El tema, Norum, es que la ciencia son hechos, no opiniones. Los científicos, para difundir un avance, no van con un megáfono por la calle ni hacen vídeos de Youtube, sino que presentan un texto científico (paper) en una publicación de prestigio. Ese texto, antes de ser publicado se revisa por pares, es decir, por otros científicos expertos en ese tema, e independientes. Pero, aunque pases esa revisión, si lo que muestras no se puede repetir en otro laboratorio distinto, como por ejemplo la fusión fría, va a empezar a sembrar dudas y, con el tiempo, perderá toda la credibilidad. Y no es que fueran a por ellos los jeques del petróleo, publicaron en Science (que no tiene revisión por pares) y salieron en la portada del Time. Lo que pasa es que lo que decían no era cierto. Punto.
El problema es que el lenguaje científico solo lo entienden los científicos, y a veces ni eso, pues el tener formación científica no te hace experto en todas las cosas. Pero para eso están los divulgadores, que toman esa información en crudo y la traducen a algo que tú o yo podamos entender. Es de ahí de donde tienes que informarte si quieres, de verdad, obtener información fiable, y no de cualquiera que se ponga a hablar por internet. Si quieres te pongo enlaces de decenas de divulgadores que basan su prestigio en no difundir bulos y explicarse bien. Y a ese nivel también hay debate, no una verdad irrefutable como dices. Evidentemente no en todos los temas, lo que está mal está mal, y lo que está bien está bien, no hay más; pero hay regiones en la ciencia en donde se está avanzando y aún no se tiene muy claro cómo son las cosas y si una idea va a ser útil o es una estupidez. Ahí verás debate y, por ejemplo, con la teoría de Wolfram habrá quien piense que es un cantamañanas y quien lo considere un enfoque nuevo e interesante.
Si, en cambio, lo que buscas es, partiendo de una idea equis, alguien que te la justifique, en internet, que es enorme, vas a encontrar siempre quien te diga lo que quieres oír. Desde que el Madrid es un equipo torturado por los árbitros, hasta que los Gil salvaron el Atleti. Pero las sentencias judiciales son muy claras, y si no las entiendes, siempre habrá algún abogado que te las explique.